El Gobierno boliviano desmiente un golpe militar contra Siles Zuazo

Una circular que solicitaba la custodia militar de 14 toneladas de armas donadas por el Gobierno francés a Bolivia fue confundido en la capital boliviana, La Paz, con un llamamiento a la rebelión contra el Gobierno democrático de centro-izquierda del presidente constitucional Hernán Siles Zuazo.

Algunas versiones periodísticas difundieron un supuesto levantamiento militar encabezado por el coronel Haroldo Pinto, comandante de la Quinta División del Ejército, acantonada en Roboré, a unos 850 kilómetros en línea recta al sureste de La Paz.Sin embargo, autoridades militares y civiles negaron rotundamente, a primera hora de la madrugada hora peninsular española, la versión anterior y explicaron que se trataba de un solicitud al alto mando militar para que las casi 14 toneladas de armas y municiones francesas -que llegaron el miércoles a Bolivia donadas por el Gobierno de Mitterrand- queden en custodia del Ejército.

Jefes militares dijeron a esta corresponsal que "absolutamente todas las guarniciones están tranquilas... no tenemos ningún problema". El ministro de Defensa, Manuel Cárdenas, en una declaración oficial dijo anoche en la el Palacio Quemado, sede del Gobierno, que el propio Haroldo Pinto le confirmó "regularidad en las funciones de la división", mientras que el comandante de la fuerza aérea boliviana, Óscar Villa Urioste, confirmó "absoluta normalidad" en el grupo aéreo de caza acantonado también en Roboré.

El ministro Manuel Cárdenas explicó a la Prensa boliviana que la "confusión periodística de alguna agencia de noticias" tenía su origen en el telegrama que Pinto envió para solicitar que las mencionadas armas y municiones permanecieran bajo custodia del Ejército hasta que el capitán general de las Fuerzas Armadas (el presidente Hernán Siles) decida su destino y mientras concluyan los trámites para su recepción legal en el país.

El pasado miércoles, un avión de matrícula francesa llegó a la ciudad de Santa Cruz (la segunda del país, a unos 540 kilómetros al sureste de La Paz) con un cargamento de casi 1,1 toneladas de armamento y munición con destino, según la versión oficial, al Ministerio del Interior, para contribuir a la lucha contra el tráfico de narcoticos. El Ministerio del Interior tiene bajo su dependencia a la policía boliviana encargada actualmente de la erradicación del tráfico de cocaína. Las versiones periodísticas sobre el supuesto levantamiento militar provocaron inquietud en la población boliviana. El Comité Político de la Unidad Democrática y Popular (UDP), coalición gobernante, convocó a una reunión de urgencia para tratar el tema.