Los obispos de la CEE piden que se construya una Europa "de los pueblos y de los hombres"

"Como obispos implicados en una responsabilidad común en Europa, tenemos la misión de anunciar la buena nueva de Jesucristo. Y ésta nos asegura que ninguna situación es desesperad0, señala un mensaje, con motivo de las elecciones al Parlamento Europeo en junio, de los obispos católicos de la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (Comece). El mensaje termina señalando que "el Evangelio es fuente de esperanza para Europa". Los obispos entran así en el debate pidiendo que se construya una "Europa de los hombres y de los pueblos".

Con este mensaje, difundido el jueves pasado, pero fechado el 29 de marzo en Estrasburgo, los obispos católicos expresan su opinión sobre qué espíritu debe presidir la construcción europea. Ya en 1979, cuando las primeras elecciones directas al Parlamento de la CEE, los presidentes de las conferencias episcopales de los países de la CEE habían firmado un texto similar. Pero la Comece no fue oficialmente creada hasta 1980. Está presidida por el obispo de Luxemburgo, Jean Hengen. De hecho, en la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la CEE, existe una oficina de enlace con las iglesias.Los obispos europeos lanzan, pues, un desafío ante la crisis de la CEE. Las causas de ésta, según los obispos, son muy diversas: paro, falta de perspectivas para la juventud, nuevas formas de pobreza, marginación de los inmigrantes, terrorismo, carrera armamentista y amenaza a la paz mundial. "Esta falta de confianza lleva a replegarse sobre sí mismo y a egoísmos individuales y colectivos. En el coraozón mismo de la crisis ética que atraviesa el Occidente, creemos posible", señala el mensaje, "construir una sociedad nueva al servicio del hombre y de una Europa que sobrepasa ampliamente, por otra parte, las fronteras de la Comunidad". Para los obispos, la CEE "necesita un nuevo aliento, un alma y una fe".

"Las elecciones al Parlamento Europeo", dice el texto, "exigen que nos informemos con seriedad de lo que está en juego para no determinar nuestras opciones en función de objetivos nacionales o regionales, o intereses puramente categoriales, sino que hay que apuntar más alto. La construcción de Europa exige un esfuerzo más continuo aún... La labor puede parecer insuperable; pero, por dura que sea, no puede desalentar a los cristianos. Tenemos la firme convicción de que el Evangelio es fuentede esperanza para Europa".

Para la Comece, "un verdadero encuentro de hombres y pueblos es siempre una riqueza". Los obispos se refieren a la identidad cultural de Europa y a la necesidad, para salir de la crisis, de una cooperación más estrecha entre los europeos".