Los presos amotinados en la Modelo de Barcelona, ponen en libertad a sus rehenes tras lograr que se les entregue droga
Los cuatro funcionarios de la cárcel Modelo de Barcelona que habían sido retenidos por siete reclusos de la quinta galería quedaron liberados a las 18.50 horas de ayer. Los reclusos amotinados, entre los que se encontraba Juan Moreno Cuenca, apodado el Vaquilla, y un muchacho recientemente trasladado desde Madrid apodado el Josele, secuestraron a los funcionarios hacia las 12.30 horas con la ayuda de varias navajas y un estilete, se apoderaron de las Naves y cerraron la galería. Los amotinados pusieron en libertad a dos de los rehenes cuando el médico de la prisión les suministró las dosis de droga que exigían, y a los otros dos cuando consiguieron hacer llegar a los medios de comunicación lo que consideraban sus reivindicaciones.
Desde las 12.30 hasta las siete de la tarde permanecieron encerrados en la quinta galería 102 reclusos, que exigieron como primera petición varias dosis de droga para los heroinómanos que en aquel momento se encontraban afectados por el síndrome de abstinencia. En cuanto el médico de la prisión les suministró las dosis autorizadas por el director de la Modelo, los amotinados dejaron en libertad a dos de los funcionarios retenidos, y exigieron para la liberación de los otros dos que se les permitiese emitir un comunicado por la emisoras de radio.Las negociaciones con los amotinados fueron realizadas por los dos jefes de servicio y el juez de vigilancia penitenciaria Antonio Doñate, bajo la dirección del director de la Modelo, Emili Llasser, y del director de Instituciones Penitenciarias de la Generalitat de Cataluña, Javier Hernández, quien se trasladó a la Modelo en cuanto tuvo conocimiento del amotinamiento.
El juez Doñate llegó a la 15.15 horas y tomó directamente la relación con los presos. La negociación sobre la emisión en directo por las emisoras de la Cadena SER se prolongó durante más de dos horas. Mientras tanto comparecieron en la puerta de la cárcel Modelo un tío de el Vaquilla, José Cuenca Navarro, que había estado recientemente ingresado en la sexta galería, y su mujer, Dolores Romero, que venían a visitar a un hijo suyo ingresado en la sexta galería. Al conocer que el líder del motín era su sobrino se ofrecieron como mediadores para intentar convencerle de que dejase en libertad a los funcionarios. Las autoridades de la Modelo les autorizaron, después de media hora de deliberaciones, a que entrasen en el recinto penitenciario, pero los reclusos se negaron a aceptarlos como interlocutores y reiteraron que querían leer sus reivindicaciones por las emisoras de la Cadena SER.
Emisión radiofónica
El juez Doñate autorizó finalmente la emisión radiofónica. Mientras se realizaban los preparativos para la emisión, sobre las cinco de la tarde, una sección de la Policía Nacional entró en el patio de la Modelo provista de material de escalada y de escopetas para disparar bombas de gas así como material de transmisión por si era preciso intervenir para liberar a los funcionarios. La sección de la Policía Nacional estuvo durante más de una hora preparada, pero no intervino.Mientras la unidad de Radio Barcelona se encontraba en el interior de la quinta galería, varios de los reclusos amotinados que se habían encaramado a la gran ventana que da a la calle de Rosellón entablaron un diálogo con los medios informativos. Los periodistas pidieron la presencia de El Vaquilla, al que los informadores de las emisoras de radio y Televisión pidieron que gritase las peticiones que había realizado. Como a pesar del esfuerzo del muchacho no se grababan bien sus palabras, los informadores le pidieron que pusiese como condición antes de terminar el encierro que se dejase entrar en la quinta galería a los citados medios.
Tras breves deliberaciones se autorizó la entrada en la quinta galería a Radio Nacional, Radiocadena Catalana, las cámaras de televisión y la agencia EFE y todos los demás medios se quedaron en la calle. En cuanto fue cumplida esta última exigencia, los amotinados dejaron en libertad a los dos funcionarios.
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