Carlos Garaikoetxea se muestra partidario de facilitar una distensión en las relaciones con el Gobierno central

Carlos Garaikoetxea expresó ayer, en el discurso de presentación de su candidatura a la reelección como lendakari, su deseo de "facilitar una distensión de las relaciones Madrid-Vitoria" y su "voluntad decidida de contribuir a la consolidación del sistema democrático y a la eliminación de innecesarios focos de tensión". Con un mensaje inhabitual en un candidato y más propio del discurso de un presidente de Gobierno que continúa su mandato, Garaikoetxea volvió a recordar ante el Parlamento los problemas básicos de la crisis que sufre el País Vasco: reconversión industrial, paro, violencia y desarrollo estatutario. El candidato a lendakari resultará elegido hoy, en el segundo turno de votaciones, por mayoría simple. En la votación de ayer obtuvo 32 votos a favor y otros 32 en blanco.

En un tono moderadamente optimista, Carlos Garaikoetxea señaló, nada más comenzar su intervención, que los indicadores económicos revelan que "este país ha iniciado una cierta recuperación", para insistir en que, durante los cuatro años de Gobierno autónomo, ha existido un sector público "que ha demostrado eficacia y que podría hacerlo más rápido y mejor si el Estatuto de Guernica, que todos aprobamos, se complementara ya". Garaikoetxea reconocía, sin embargo, que la recuperación económica vasca no va a resultar fácil. Entre los retos que el candidato a lendakari destacó, figuraban la reconversión económica, junto a la inversión, competitividad, normalización y confianza.Una de las novedades del discurso de Garaikoetxea fue el propósito de realizar una planificación económica, enmarcada en la coordinación entre Gobierno vasco y diputaciones, y que se plasmará, según expresaba el propio candidato, "en un programa económico a medio plazo cuya presentación ante el Parlamento se realizará junto con el presupuesto anual". El sector privado, a su vez, tendrá las referencias y estímulos que le llegarán del sector público, dentro de un proceso interactivo que para desarrollarse precisará, según anunció ayer Garaikoetxea, de la creación del Consejo Económico y Social Vasco.

En el prólogo de su discurso, Garaikoetxea volvió a decir, en la misma línea que ha utilizado en los últimos años, que "mientras no se arregle el conflicto para que el País Vasco sea autónomo, se están dando razones para que se practique la violencia". Reiteró la condena nacionalista al fenómeno terrorista, para proseguir con la apelación a todas las fuerzas políticas vascas para que se plasmen "acuerdos básicos sobre las normas rectoras de su comportamiento en las relaciones sociales".

Lucha contra el terrorismo etarra

Tras insistir en que "no existe ambigüedad ni paliativo alguno en nuestra denuncia a ETA y, por supuesto, a quienes torpe y criminalmente crean o actúan en el GAL", Carlos Garaikoetxea manifestó su voluntad de realizar un "esfuerzo constante" en la lucha contra el terrorismo. Los seis puntos que el candidato a lendakari expuso como condiciones fundamentales para ir avanzando en la lucha contra el terrorismo fueron potenciar la concienciación ciudadana, crear una plataforma parlamentaria que irradie mensajes constantes hacia la población en contra de la violencia, fijar un marco de actuación policial "respetuoso con el estatuto", desarrollar las competencias estatutarias, fomentar el empleo juvenil y apoyar medidas de reinserción social para todos los activistas que decidan dejar la lucha armada.Las críticas nacionalistas al parón estatutario ocuparon un lugar estelar en el discurso de Garaikoetxea, quien tras señalar que no quería añadir artificialmente más sentimientos de frustración, recordó que la comisión mixta de transferencias está prácticamente parada desde 1982 y que el valor de las competencias pendientes de ser traspasadas a la comunidad autónoma vasca está calculado en 128.000 millones de pesetas.

Fue necesaria la intervención de la oposición (Euskadiko Ezkerra, Coalición Popular y Partido Socialista de Euskadi) para que temas tan vidriosos como la aplicación de la ley de Territorios Históricos o la necesidad de realizar una política de colaboración en el ámbito parlamentario salieran a relucir en el curso del debate, ya que Garaikoetxea los omitió.