El Viti, fiel a sí mismo
Los que vieron a El Viti durante los años en que estuvo de matador de toros en activo, se encontraron en Arajuez con el maestro que tantas veces los deleitó con su toreo reposado, ligado y con temple. Los que no lo habían visto nunca, deben estar con la boca abierta.El salmantino supo aprovechar la suavidad y docilidad del torete de Juan Mari, que tenía la fuerza justa, para cuajar una faena de asombro, en la que destacaron los clásicos pases de pecho, largos y hasta el hombro contrario, una segunda tanda de naturales muy ligada y de inimaginable temple y los ayudados finales para cuadrar al toro. La estocada asomó feamente por la tripa, pero no fue obstáculo para que se le concedieran todos los trofeos.
Plaza de Aranjuez
8 de abril. Festival a beneficio de la Asociación de Toreros, Novilleros y Rejoneadores.Novillos de Arturo Gallego, Daniel Rodríguez, Alipio P. Tabernero, Atanasio Fernández, Ramón Sánchez y dos de Carmen Lorenzo. Buenos el de Juan Mari y el de Ramón Sánchez. Mansos y con dificultades los demás. Manuel Vidrié. Oreja. Antoñete. Silencio. Paco Camino. Palmas. El Viti. Dos orejas y rabo. Niño de la Capea. Silencio. Niño de Aranjuez. Oreja. José Luis Martín Seseña. Oreja. Juan Carlos Vera. Silencio.
Antoñete y Paco Camino, también esperados con expectación, ejercieron de conservadores. El enemigo de Antoñete, un toro áspero y bronco de Rodríguez, entraba fuerte y con incómodo cabeceo y el madrileño abrevió. Camino cumplió con dos suaves verónicas de salida y dos naturales a favor de querencia, para arrugarse con la derecha cuando el de Alipio le hizo un feo.
10 minutos de derechazos
El niño de la Capea, con un toro cuajado de Atanasio, que se quedaba y cabeceaba, estuvo incierto y sin saber qué hacer. Intentó la rutina del derechazo y como no pudo ser, decidió cortar por lo sano. El otro Niño hizo todo lo contrario. El de Aranjuez estuvo pesado y terco, toreando con la derecha a un escastado novillito de Ramón Sánchez. La faena desbordó el tiempo reglamentario. Más de diez minutos de derechazos que parecían no tener final.De los dos novilleros actuantes, destacó Martín Seseña, por su valor con el mulo de Carmen Lorenzo, al que logró someter y mandar con buenos derechazos con la izquierda: El volapié con que remató su faena fue el mejor de la tarde. Juan Carlos Vera está muy verde y no supo resolver los problemas.
Actuó en primer lugar el caballero Vidrié, que dio una lección de conocimiento de los terrenos. De los subalternos, bregaron con brillantez y eficacia Chocolate y Rafael Redondo y con las banderillas José Luis Barrero.
