El camino de Bruselas

(...) Las previsiones han fallado y los ministros europeos han conseguido, por primera vez en la historia de la Comunidad, fijar los precios agrarios dentro del plazo del año agrícola, que se inicia el 1 de abril. También por primera vez en mucho tiempo esos precios agrícolas se han fijado a la baja, con una reducción del 1%, medido en la unidad de cuenta europea. (...)No se piense, sin embargo, que este acuerdo de los ministros de Agricultura comunitarios va a ser contemplado como un éxito desde todos los frentes. Presumiblemente, amplias capas de agricultores europeos se considerarán perjudicados por unos precios fijados a la baja. Los problemas prácticamente insolubles de la financiación de los excedentes comunitarios o cualquiera otra de las disposiciones adoptadas ayer en Bruselas pueden hacer rebrotar en cualquier momento la llama de la discordia y la tentación de romper la baraja comunitaria en favor de los intereses estrictamente nacionales.

De ahí que la insinuada propuesta francesa de sustituir la regla de la unanimidad por la regla de la mayoría en la toma de todas las decisiones comunitarias resulte al tiempo paradójica y necesaria. Paradójica, por cuanto fue De Gaulle quien impuso la obligatoriedad del acuerdo de todos los países miembros cuando el general predicaba su concepción de la Europa de las patrias. Y necesaria, por cuanto únicamente con la asunción de acuerdos por mayoría, cualificada o no, y renunciando a la unanimidad, será posible superar esos constantes atascos y discordias a que se ve sometida la CEE por mor de la falta de solidaridad que aqueja a la mayoría, si es que no a la totalidad, de sus miembros. ( ... )

1 de abril