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"El PSOE sólo cerrará su crisis si se disuelven las tendencias", declara el nuevo presidente de Murcia

"La crisis del Gobierno regional se ha cerrado bien y totalmente; lo que hace falta ahora es que las tendencias de mí partido acepten disolverse, en bien del propio PSOE". Así se expresa el nuevo presidente de la comunidad autónoma de Murcia, Carlos Collado, de 45 años, profesor de Filosofía y militante socialista desde 1976. La estabilidad del partido gobernante le preocupa tanto como obtener agua del Tajo, cuestión esta última en la que estudia una negociación con la comunidad de Castilla-La Mancha y la Administración central.El nuevo jefe del Ejecutivo autónomo se muestra cauto sobre la situación de su partido que, según coinciden diversas fuentes, está dividido en tres sectores. El más fuerte es el que hasta ahora ha dirigido el ex presidente y ex secretario regional del PSOE, Andrés Hernández Ros. Frente a éste se alza la corriente que procede de la Unión Sindical Obrera (USO), cuyos dirigentes fueron derrotados en el último congreso regional y sometidos después a duros castigos disciplinarios. En medio permanecen un conjunto de pequeñas agrupaciones -los enanos-, que en la última crisis se separaron, en general, de Hernández Ros.

Circulan noticias sobre una posible alianza de éstos últimos y del colectivo procedente de USO, para dar la batalla en el congreso extraordinario, que habrá de celebrarse en mayo próximo. Al nuevo presidente no le gustan nada tales preparativos. "La crisis del partido", dice, "sólo podrá cerrarse si nos olvidamos de las familias o grupos de presión que han actuado hasta ahora en el seno de la organización. No sólo hay que nombrar una ejecutiva capaz de integrar a personas valiosas de las distintas corrientes, sino que los dirigentes adquieran el firme compromiso de no recomponer las tendencias a las que cada uno ha estado vínculado".

Los observadores están divididos respecto a la solución Collado: para unos, es el hombre que cuenta con la confianza de la dirección federal del PSOE para enderezar el embrollo murciano; para otros, se trata de una persona que no suscita adhesiones inquebrantables ni odios profundos -a diferencia de su antecesor-, pero que por carecer de aparato propio corre el riesgo de convertirse en hombre de transición.

Desde el punto de vista de la gestión al frente del Gobierno regional, el recién elegido presidente confirma el principio de austeridad y la disminución del nivel de endeudamiento. No obstante, el problema de gestión que preocupa más a Carlos Collado es el agua, y concretamente el modo de obtenerla a través del trasvase Tajo-Segura, ya que continúa sin llover.

Según la versión de los dirigentes murcianos, la falta de agua obliga a regar con líquido de pozos algunas zonas de la huerta de Murcia, y sobre todo del campo de Cartagena; la salinidad de este agua es muy elevada y existe el temor de que dañe gravemente la fertilidad de las tierras, por lo que Murcia tiene el máximo interés en obtener caudales del Tajo.

De los proyectos conflictivos o esbozos de grandes planes del Gabinete anterior, Collado se limita a confirmar que su equipo examinará cuidadosamente cualquier idea, antes de comprometer dinero público en ella. "Por ejemplo, una televisión autonómica enteramente nueva sería muy cara, pero podríamos estudiar un acuerdo con RTVE para utilizar mejor su Centro Regional, aprovechando que ese organismo está en deuda con nosotros. Y en el caso de la empresa Promural, donde hemos sufrido graves pérdidas, estarnos negociando una aportación de capital del INI para que el experirnento pueda continuar y para que no se pierdan los puestos de trabajo. Pienso que seguiremos en esa línea".

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