La Unión Internacional de Editores estudia en México la 'piratería' como experiencia propia de América Latina
Consideran un mal que se debe eliminar, como el subdesarrollo
El tema de la piratería ocupó el martes el congreso de la Unión Internacional de Editores en México. Para los editores, la píratería es "una actitud moralmente reprobable, un mal que se debe eliminar, como el subdesarrollo". Pero detrás de la piratería existe una realidad política, económica y tecnológica que la provocan. Los editores ahogan por una legislación más eficiente y represiva, y centran el problema en los fallos legales del sistema, pero sucede que hoy en cualquier pueblo existen máquinas fotocopiadoras y ninguna librería o biblioteca.
La tecnología de la reproducción (fotocopiado, fotostática, reprografía) ha avanzado muchísimo -señalaron los editores- más que la industria editorial y el comercio organizado del libro. Por eso hoy fotocopiar un libro de anatomía publicado en España cuesta una cuarta parte que comprar la edición original.Esto -dijeron- de ninguna manera pretende ser una defensa de la piratería, que como todo acto ilegal es reprobable y deberá ser castigada por la sociedad. Se trata de una reflexión acerca del problema en este continente y de la profunda convicción de que la piratería no podrá resolverse por medio de una mayor represión.
La industria editorial deberá encontrar nuevas tecnologías que le permitan producir libros más baratos. El comercio del libro tendrá que encontrar formas de distribución masivas y económicas y los Gobiernos deberán desarrollar un sistema bibliotecario que permita el acceso de los estudiantes al libro. Si estos problemas no son resueltos, por más perfecta y represiva que sea la legislación vigente, los estudiantes deberán optar por hacer fotocopias de los libros, comprarlos en ediciones piratas o abandonar sus estudios. Hoy se puede observar que alrededor de cualquier universidad proliferan las casas de fotocopias mientras decrece el número de librerías.
Falta de estímulos
Es cierto que los obstáculos al desarrollo del libro en América Latina son muchos: la falta de estímulos a la creación científica y literaria, escasa financiación a la producción de libros, trabas al comercio interno e internacional, falta de divisas o altísimo coste de las mismas, falta incluso de lectores en relación a la población existente. Pero resulta difícil creer que el conjunto del problema de la lectura y la difusión del libro podrá resolverse luchando en forma aislada contra cualquiera de estos problemas, sin tener en cuenta el entorno económico y social que crean situaciones como ésta.
Sistemas educativos
En el congreso de la Unión Internacional de Editores (UIE), los representantes de India y Suiza explicaron que en sus sistemas educativos el Estado se encarga de la edición y distribución gratuita de los libros de texto para la enseñanza primaria y secundaria. El representante de la República Federal de Alemania expuso que sólo países como la Unión Soviética tratan de influir en la educación a través de libros de textos producidos por el Estado, pero no es ésa la situación en Alemania Occidental, donde el Estado no intenta influir en los contenidos de los libros de texto. Uno de los asistentes al congreso preguntó por qué razón siendo México uno de los países cuyo Estado produce sus libros de texto no estaba representado en el congreso para responder o comentar estos puntos de vista. El editor mexicano Francisco Trillas, del comité organizador del congreso, comentó que la UIE no aceptaba, por estatuto, que los Gobiernos estuvieran representados en la misma, y sólo podían asistir como observadores.El editor Francisco Porrúa indicó que para él era muy positivo que el Estado atendiera las necesidades educativas de las áreas más pobres del país, proporcionándoles los libros en forma gratuita, pero que no veía correcto que también se les proporcionara a las escuelas privadas, que deberían utilizar los libros editados por las empresas privadas.
Babelia
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