La CEE llegó ayer a un acuerdo de principio para reducir la producción de leche

"Europa es salvable, pero no se ha salvado aún", declaró ayer el ministro francés de Agricultura, Michel Rocard. Luchando contra el reloj de la cumbre europea que se abre el próximo lunes, en Bruselas, los diez llegaban en la madrugada de ayer a un acuerdo sobre la reducción de los excedentes lácteos de la CEE y a un consenso sobre el desmantelamiento de los montantes compensatorios monetarios (MCM), con una importante reserva británica sobre este último apartado.

A pesar de que los acuerdos sólo son provisionales, ayer parecía haberse detectado un nuevo rumbo en las negociaciones. Tanto, que Rocard decidió convocar un nuevo Consejo de Ministros de Agricultura para el viernes y el sábado, que tratará de llegar a un acuerdo sobre los otros productos y sobre el nivel de precios agrícolas para 19841985. Los ministros decidieron reducir la producción de leche de los diez de los 103 millones de toneladas alcanzados en 1983, a 87,8 millones al cabo de dos años, con un sistema flexible de gestión por medio de cuotas de producción con precios garantizados, aurique congelados para el bienio 1984-1985. Según este plan, la sobreproducción será penalizada. Esto supone un primer paso hacia una política agraria comunitaria (PAC) orientada a reducir las producciones. La leche representa una tercera parte de los gastos de la PAC, que suponen un (10% del presupuesto de la CEE. Sin embargo, existe una reserva irlandesa -pidiendo quedar exenta de este sistema- que sólo la cumbre podrá dirimir.

Reservas británicas

En cuanto a los MCM -tema importante, pero tan complejo que los ministros de Asuntos Exteriores rechazaron un texto de sus colegas agrícolas por "incomprensible-, el acuerdo prevé su desmantelamiento en dos fases. Siendo la República Federal de Alemania la más penalizada por la supresión de estas tasas fronterizas para asegurar la unidad del mercado en la CEE, los agricultores de la RFA recibirán una ayuda directa de la CEE y de su propio país, regresiva con los años, pero que es un paso -"indispensable", según los franceses- hacia la descomunitarización de la PAC. Sin embargo, sobre este acuerdo planea una reserva británica en razón del coste. Londres insiste en que no hay que gastar más, a pesar de que los fondos disponibles no bastan para 1984.

Finalmente, los ministros de Asuntos Exteriores llegaron a un acuerdo -mediando previamente la reforma de la PAC- sobre una vieja demanda francesa: la apertura de negociaciones en el GATT para frenar las importaciones, todas norteamericanas, de sustitutos de los cereales para la alimentación del ganado.

Así pues, parte del paquete se ha desbloqueado. Falta conocer la actitud italiana y griega frente a otros productos y la fijación de los precios para 1984-1985. En cuanto al aumento de los recursos financieros de la CEE, la presidencia francesa de la CEE propondrá un incremento a 1,6 puntos de la aportación del impuesto sobre el valor añadido (IVA) para los fondos de la Comunidad.

El verdadero problema parece ahora ser el de la devolución a Londres de parte de su "injusta" (según los británicos) contribución al presupuesto de la CEE. Por otra parte, la CEE ofreció ayer a Portugal una ayuda preadhesión no reembolsable equivalente a 6.500 millones de pesetas, para la apertura del mercado comunitario al vino de Oporto y a los tomates en lata portugueses.