La ciudad de San Francisco, en defensa de los ciudadanos no fumadores
Una rígida ordenanza sobre la prohibición de fumar entró ayer en vigor en la ciudad estadounidense de San Francisco. La ordenanza municipal, una de las más severas establecidas hasta el momento en el mundo, fue aprobada por un estrecho margen de votos en un referéndum realizado el pasado mes de noviembre. La norma obliga a las empresas, tanto públicas como privadas, a tomar medidas para separar a fumadores y no fumadores en sus lugares de trabajo.Sin embargo, si un no fumador se opone a estas medidas por considerarlas poco eficaces, la ordenanza estipula que se establecerá la prohibición total de fumar en el lugar de trabajo. El no cumplimiento de esta ordenanza conlleva una multa máxima de 500 dólares (75.000 pesetas) diarios. Los opuestos a esta ordenanza señalan que concede la posibilidad a un solo trabajador de imponer su voluntad a todos los demás. El referéndum estuvo precedido por una intensa campaña en contra de su aprobación, financiada por las empresas tabaqueras, por valor de unos 180 millones de pesetas).
Para cumplir esta ley, las empresas han recurrido a una amplia variedad de soluciones. En algunos casos han situado a los trabajadores más cerca de las ventanas y sistemas de ventilación, y han instalado unos ceniceros especiales que evitan el humo.
La aprobación de esta ordenanza ha estado precedida de diversos estudios médicos que señalan que la inhalación de productos pejudiciales se produce por igual en las personas que fuman que en las que permanecen cercanas a ellas.
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