Un experto en finanzas, Ardito Barleta, y el ex presidente Arnulfo Arias se disputarán en mayo la presidencia panameña
Un experto en finanzas internacionales, Nicolás Ardito Barleta, y un ex presidente octogenario, Arnulfo Arias, competirán por la jefatura del Estado panameño en unas elecciones, el próximo 6 de mayo, que tienen un marcado carácter plebiscitario. El primero recoge la herencia política de Omar Torrijos, aunque a algunos de sus seguidores más cercanos les cueste reconocerse en este economista bien relacionado con la banca norteamericana. El segundo aglutina a la oposición más firme del actual sistema. No en balde es el hombre que fue derrocado por el golpe militar de 1968, sólo 11 días, después de su toma de posesión.
Estos primeros comicios presidenciales adquieren así un carácter plebiscitario, corregido apenas por la presencia de un tercero en discordia, el general Rubén Darío Paredes, ex jefe de la guardia nacional, que después de haber aspirado a la nominación del Partido Oficialista se ha convertido en un candidato marginal.La designación de Ardito Barleta fue ratificada el pasado fin de semana por el congreso del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que Torrijos creó en 1973 para institucionalizar su obra política. Los 6.500 delegados le eligieron por aclamación, previa retirada de su oponente, Ernesto Pérez Valladares. Los partidos Laborista Agrario, Liberal y Republicano apoyan también esta candidatura.
La unanimidad del congreso no ha disipado las divisiones en el seno del PRD, que dieron lugar en las últimas semanas a múltiples maniobras subterráneas. En ese clima hay que buscar las claves para la sorprendente renuncia del presidente Ricardo de la Espriella, todavía insuficientemente explicada.
El propio dimisionario ha manifestado en conversaciones privadas que había recibido fuertes presiones para remodelar el Gobierno, dando entrada al equipo de Ardito Barleta, al fin de arropar su candidatura ante la fuerza que está adquiriendo la de Arnulfo Arias. Según sus palabras, se negó a esta maniobra por entender que comprometería la neutralidad del Gobierno y la credibilidad de todo el proceso.
Presiones y renuncia
La remodelación del Gabinete llevada a cabo por su sucesor, Jorge Illueca, que designó a varios colaboradores de Ardito Barleta, parece confirmar esta versión. Dirigentes del PRD aseguran, sin embargo, que Ricardo de la Espriella renunció al encontrar obstáculos insalvables ante su propósito de ser nombrado secretario general del partido.Su dimisión ha permitido a las fuerzas opositoras manejar la tesis del golpe de Estado y sostener la perpetua denuncia de que el poder militar prevalece sobre el civil, ya que la mano del general Manuel Antonio Noriega, comandante en jefe de la Guardia Nacional, estaría detrás del relevo, presidencial. Nicolás Ardito Barleta, de 45 años, ha sido ministro de Planificación y vicepresidente del Banco Mundial. Sólo el apoyo del sistema puede ofrecerle posibilidades de triunfo frente a un Arnulfo Arias que mantiene intacto su carisma a los 83 años.
La candidatura del anciano líder, que ganó las tres elecciones presidenciales en las que participó, se apoya en su nombre y en la estructura partidista de los demócratas cristianos. Su lenguaje esotérico, derivado de su condición de gran maestre de los Rosa Cruces, y su populismo le aseguran un gran caudal de votos.
Nada parece importar hoy su racismo de otra época o su ideología filonazi, que en la segunda guerra mundial le llevó a autorizar el paso de la flota alemana por el canal, lo que provocó su inmediata destitución por los norteamericanos. Se inició así una especie de maldición personal que le impidió completar ninguno de los tres mandatos presidenciales para los que fue electo.
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