_
_
_
_

Yasir Arafat y Hussein de Jordania discuten en Aminan una iniciativa común para la solución del problema palestino

El líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, se entrevistó ayer en Aminan con el rey Hussein de Jordania El encuentro, primero desde la ruptura del diálogo entre ambos el pasado 10 de abril, marca una reconciliación, cuyo objetivo último es la búsqueda conjunta de soluciones para la paz en Oriente Próximo y el diseño de una iniciativa destinada a satisfacer las aspiraciones del pueblo palestino de poseer un Estado propio.

Fuentes informadas dan por seguro en la capital jordana que, en esta ocasión, el diálogo no se centrará, como el año pasado, en el plan de paz del presidente norteamericano, Ronald Reagan, del 1 de septiembre de 1982, sino que Arafat y Hussein intentarán desarrollar las líneas directrices de una iniciativa común. Esta iniciativa podría presentarse a la próxima cumbre árabe con el fin de obtener el apoyo de la gran mayoría de países árabes antes de ser presentado en la escena internacional.Arafat viaja acompañado de cuatro miembros del Comité Ejecutivo de la OLP y de otros altos dirigentes de la organización. La delegación palestina tuvo ya ayer una primera reunión con dirigentes jordanos, entre los que se encontraban el propio primer ministro, Ahmad Obeidat, y los titulares de Asuntos Exteriores, Territorios Ocupados e Información.

La reanudación del diálogo cuenta con la oposición no sólo de las facciones disidentes de Al Fatali (la principal organización de las que forman la OLP), sino también de grupos radicales del movimiento palestino, como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) de Georges Habache, quien, precisamente, recordó ayer en Damasco que Arafat no representa a una OLP unificada.

El diálogo del pasado mes de abril entre Hussein y Arafat fue precisamente una de las principales causas que provocaron la disidencia armada en Al Fatali y rompieron en dos bloques irreconciliables a la propia OLP. El régimen sirio de Hafez el Asad apareció como el principal impulsor de la disidencia, a causa de lo que consideró actitud entreguista de la dirección oficial de la organización palestina. La primera fase de este proceso cuIrninó con la expulsión de Líbano de los combatientes leales al liderazgo de Arafat, en diciembre último, tras estar a punto de ser aniquilados en Trípoli. Tras su derrota en Líbano, muchos observadores dieron a Arafat por acabado. Sin embargo, su papel, al menos en el terreno diplomático, se ha revalorizado desde entonces.

Una de las principales bazas de Arafat es su enorme popularidad en los territorios ocupados por Israel desde la guerra de junio de 1967. Tani o el plan de paz surgido de la cumbre árabe de Fez de septiembre de 1982, como el de Reagan de ese mismo mes, contemplan precisamente a Cisjordania y Gaza como base territorial para un eventual Estado palestino (en el primer caso) y una autonomía en federación con Jordania (en el segundo). Israel, por su parte, se opone radicalmente a toda idea de un Estado palestino, y su aceptación de una autonomía en los territorios ocupados, en línea con lo estipulado,en los acuerdos de Camp David, es más formal que efectiva, como dernuestra, por ejemplo, su política de asentamientos.

La carta de la Liga Árabe

El plan en el que piensa el rey Hussein se basa, según fuentes informadas de Túnez, de una parte, en la concreción de una iniciativa común jordano-palestina y, de otra, en la modificación de la carta de la Liga Árabe, de forma que se facilite a la mayoría de los países miembros la facultad de tomar resoluciones con valor ejecutivo, en lugar de mantener, como hasta ahora, la regla de la unanimidad, que, de hecho, bloquea numerosas resoluciones. Esta modificación permitiría que la iniciativa acordada por Arafat y Hussein pudiera ser oficialmente adoptada, aun con la oposición de algunos radicales, como Libia y Siria.Las mismas fuentes subrayan la importancia del restablecimiento del diálogo y la prioridad que debe concederse a la "planificación de la acción común". Señalan también que Arafat y Hussein tratarán en sus encuentros de la cuestión de la presencia y el entrenamiento de los combatientes palestinos en territorio jordano, así como de los medios para hacer frente a un eventual éxodo de refugllados palestinos de Líbano y el temor a que el desplazamiento de los campos de refugiados a Cisjordania, tenga por objetivo forzar a los palestinos que los habitan a un éxodo cuyo destino no podría ser otro que Jordania.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_