Calviño y Fidel Castro acapararon la atención del Congreso

José María Calviño, por su gestión al frente de RTVE, y el presidente cubano, Fidel Castro, por la entrevista concedida a televisión y su escala técnica en Barajas, fueron protagonistas en los debates de ayer tarde en el Congreso de los Diputados, en los que el Grupo Popular, apoyado por comunistas vascos y centristas, se mostró a favor del cese del director general de RTVE. Por otra parte, el ministro del Interior, José Barrionuevo negó que haya sido detenido en Madrid un presunto espía de la CIA y que la persona que infundió sospechas en un primer momento a la policía estuviera preparando escuchas telefónicas. Según el ministro, el italiano Gino Rossi sólo tenía un magnetofón que no era apto para tales misiones, y fue puesto en libertad sin cargos. Gabriel Camuñas, del Grupo Popular, abrió el fuego de las interpelaciones con una contra José María Calviño al leer una interpelación urgente al Gobierno en la que descalificó la actuación del actual director general de RTVE, y en la que acusó a Televisión Española de manipular la información, de practicar un desproporcionado aumento de la gubernamentalización y de desarrollar el desequlibrio informativo.

El ministro Javier Moscoso respondió a Camuñas que no es papel del Gabinete valorar los programas, y que si se accediera a relevar a Calviño ello significaría incumplir el estatuto de RTVE, que garantiza la autonomía del Ente.

Recordó el ministro las condiciones en las que estatutariamente es posible proceder al relevo: mediante decisiones del consejo de administración o a través de la comisión de control parlamentario. Camuñas, en la réplica, anunció que su grupo presentará una moción al próximo pleno en la que pedirá el cese de Calviño.

Santiago Carrillo, portavoz de los comunistas, matizó que la tele visión se la están repartiendo el PSOE y el Grupo Popular.

Sobre la entrevista a Fidel Castro, Carrillo dijo, dirigiéndose al Grupo Popular: "La entrevista me pareció excelente, y si hubiera sido hecha a Pinochet, ninguno de ustedes habría venido a protestar". De Calviño, al que en un lapsus llamó Balbín, afirmó que "todavía no ha hecho bueno al señor Robles Piquer", su antecesor, actual miembro de Alianza Popular.

La diputada Mercedes Villacián, del PNV, se quejó de que televisión no dé más noticias del País Vasco que las referidas a la violencia. Afirmó que "el resto de la sociedad española" tiene derecho a otra óptica de Euskadi.

Pedro Bofill, en nombre de los socialistas, expuso unas cifras respecto a los espacios ofrecidos por televisión, según las cuales a su partido le dedicó en 1983 siete horas, 27 minutos y ocho segundos, mientras que Alianza Popular tuvo nueve horas, 31 minutos y 51 segundos; y el PCE, siete horas, ocho minutos y 43 segundos.

"Cuando se pidió la dimisión de Robles Piquer", dijo, "se hizo por unanimidad en. la comisión de control con el voto favorable de su propio partido porque se apreció apología del golpismo en el reportaje dedicado a Turquía. Y además se tuvo la osadía de repetirlo.

La entrevista con Fidel Castro fue también motivo de interpelación urgente. Joaquín Molins, de la Minoría Catalana, afirmó que el dirigente cubano incidió en asuntos internos españoles cuando habló del Mercado Común y la OTAN. Morán justificó las palabras de Castro como una opinión, y las comparó a las de Reagan cuando consideró conveniente que España no saliera de la OTAN.

Morán tuvo un incidente verbal con Herrero de Miñón al responder a la pregunta sobre lá "cumbre de Barajas". El ministro dijo que se produjo a instancias de Castro, y Herrero respondió que además de estar en desacuerdo con la política internacional del Gobierno, ahora sabe que la diplomacia de aeropuerto se debe a instancias de terceros. Morán acusó deterrorismo verbal a Herrero e ironizó con que Fraga también hace diplomacia cazando osos en Yugoslavia. Herrero se excitó y el presidente de la Cámara le amonestó por haber seguido hablando cuando ya le había retirado la palabra.