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Mozambique y Suráfrica anuncian su intención de firmar un acuerdo mutuo de seguridad

Los Gobiernos de Maputo y Pretoria reiteraron ayer su satisfacción por el progreso de las negociaciones bilaterales en curso entre Mozambique y Africa del Sur desde enero pasado, y manifestaron su intención de concluir un acuerdo formal en materia de seguridad por el que "los dos Gobiernos no permitirán ninguna forma de subversión" contra su vecino, según declaró el ministro surafricano de Asuntos Exteriores, Roelof Pik Botha.

El comunicado conjunto, que fue leído en el aeropuerto de Maputo antes de la partida de la delegación surafricana, dirigida por Botha e integrada por los ministros de Defensa, Magnus Malan, y de Ley y Orden, Charles le Grange, es muy lacónico acerca del contenido de las conversaciones mantenidas ayer en la capital mozambiqueña con una delegación encabezada por el hombre fuerte del Gobierno de Maputo, el ministro de Finanzas, Jacinto Veloso, a quien acompañaban el ministro de Justicia, Oscar Monteiro, y los viceministros de Defensa y Seguridad. La frase más significativa es tal vez la que expresa la convicción de los dos Gobiernos de que "los problemas de África Austral deben ser resueltos por los países de la región".Para los mozambiqueños, que, al contrario que otros dirigentes nacionalistas africanos, nunca negaron a los blancos del subcontinente el derecho de ciudadanía africana, la afirmación no implica un cambio de posición de principios.

Para no comprometer este progreso, que permite encarar una próxima solución del conflicto de Namibia, todas las partes interesadas observan el más riguroso secreto sobre el contenido concreto de las conversaciones realizadas hasta ahora con Angola, en Cabo Verde y Zambia, y con Mozambique, en tres ocasiones desde enero.

Temor en la guerrilla

Como en el caso de Angola, también aquí prevalecería un acuerdo bilateral para el control del cumplimiento de los acuerdos logrados, sin intervención de terceros ajenos a la región. La solución dista mucho de agradar a los movimientos de la guerrilla, que hasta la fecha se beneficiaron del apoyo de Pretoria en sus acciones contra Angola y Mozambique, que temen ser abandonados por sus poderosos aliados e incluso servir de moneda de cambio utilizada por Pretoria para obligar a Mozambique y Angola a retirar su apoyo a los nacionalistas del SWAPO de Namibia y del Congreso Nacional Africano de Suráfrica.

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