El libro científico

En su artículo Agonía del libro científico español (EL PAIS del 14 de febrero de 1984), Ignacio P. Castroviejo se refiere, con razón, a la progresiva retracción en la compra de libros científicos por parte del médico de hospital, atribuyendo este fenómeno a la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios.Hay, además, otro elemento muy interesante: el médico español que tiene consulta privada puede desgravar de sus impuestos los libros científicos que adquiera. Por el contrario, el que no tenga consulta privada (por una dedicación exclusiva a la Universidad o al hospital) no tiene oportunidad de este alivio fiscal cuando se ve obligado 'a poner las herramientas".

Yo me quiero explicar esta asombrosa paradoja por el prurito mimético de nuestros legisladores: los países avanzados que nos sirven de modelo no contemplan ciertamente esta desgravación fiscal en los médicos de estudio", porque se da por sentado que en su cátedra, laboratorio u hospital cuentan con medios bibliográficos suficientes y que, por tanto, no necesitan comprar libros para trabajar.

Por el contrario, en esos países los médicos que se dedican a la medicina comercial son estimulados a estudiar mediante estas compensaciones fiscales. /