A 24 horas de su dimisión se hace mas patente la soledad de Escuredo

A las 24 horas de la dimisión de Rafael Escuredo como presidente de la Junta de Andalucía, se mantenía la completa pasividad de los miembros de su Gobierno y del PSOE de Andalucía, ninguno de los cuales ha hecho gesto por el momento de seguirle. Tras la entrevista de Rafael Escuredo con el presidente del Parlamento autónomo, Antonio Ojeda, ante el que realizó el trámite formal de entregar su renuncia, se pusieron en marcha los mecanismos de sustitución, encaminados a llevar lo más rápidamente posible a Rodríguez de la Borbolla a la presidencia.Fuera del Gobierno y del partido las reacciones han sido fuertes, en especial en los sectores andalucistas, que acusan al PSOE de haber utilizado a Escuredo para vestirse con un falso ropaje nacionalista en las últimas consultas electorales y de haberle presionado para que se marchara después, cuando ya no le es útil. La actitud general de los hasta hace poco colaboradores más directos de Escuredo sorprende por su absoluta pasividad: todos los consejeros consultados por los medios informativos se han manifestado dispuestos a continuar en sus cargos "si el partido me lo pide".

Aunque empiezan a rumorearse algunos recambios, se da por seguro que José Rodríguez de la Borbolla mantendrá casi íntegro el Gabinete de Escuredo. El PSOE parece tener interés en dar a esta crisis la menor importancia posible. Entre las declaraciones de sus altos dirigentes no han faltado frases del estilo de "las instituciones funcionan aunque falten las personas" o "un partido fuerte no tiene necesidad de mesianismo?.

El mayor problema que podría tener José Rodríguez de la Borbolla para mantener el equipo de Escuredo es el de los asesores personales del presidente que, con grado de viceconsejeros, actuaban como gabinete reducido de consulta directa del propio Escuredo. Los asesores son cinco, tres de ellos procedentes del Partido Socialista de Andalucía (PSA), con lo que Escuredo mantenía su imagen de hombre que conectaba al PSOE con las reivindicaciones andalucistas. Es difícil imaginar a José Rodríguez de la Borbolla manteniendo un equipo de asesores personales entre los que existen tres procedentes del partido andalucista.

El único de los cinco asesores de Escuredo al que cabe considerar muy ligado a Rodríguez de la Borbolla es Ángel López, hombre que ha tenido una fuerte presencia en las reuniones celebradas en los tres días que ha durado la consumacíón de la marcha de Escuredo y que ha colaborado en esos días con el propio Rodríguez de la Borbolla a conducir la situación tras hacer un intento de llegar a una solución de compromiso. López bien podría ocupar la vicepresidencia que dejará vacante Rodríguez de la Borbolla, o podría ocupar la Consejería de Gobernación, no existente desde que Escuredo la transformó en vicepresidencia.

Por otra parte, ha llamado la atención en la ciudad, de forma desagradable, el apresuramiento del Gobierno de Madrid para, inmediatamente después de la dimisión de Escuredo, anunciar el desatascamiento de las transferencias en materia de agricultura, la última batalla perdida del ya ex presidente andaluz, así como el viaje del ministro de Agricultura, Carlos Romero, a Sevilla para entrevistarse con el consejero andaluz del sector, Miguel Manaute.

Este sintió la violencia de situación e hizo correr en petit comité que le recibiría "con mala cara". Es la única y mínima muestra de respeto al mal momento que vive Escuredo que se ha podido detectar. Por otra parte, el hecho de que con la salida de Escuredo se desatasquen problemas que hasta ahora se creían técnicos ha sentado muy mal entre los jornaleros, que sienten que la clase política ha preferido arreglar sus propios problemas antes de arbitrar los del campo.