Un jurado juvenil 'sentenciará' juicios penales durante una semana en Barcelona

A partir del próximo lunes, día 20, y durante toda la semana, 135 alumnos de COU del Instituto Boscán de Barcelona, repartidos en grupos de nueve, desempeñarán las funciones de jurado en todas las vistas orales que se celebren en las salas de lo Penal de la Audiencia Provincial de Barcelona. Los dictámenes jurídicos de los muchachos no serán vinculantes para las salas, pero quedarán recogidos en un informe, junto con la sentencia que dicte el tribunal, estableciéndose de esta manera un paralelismo entre ambas resoluciones y poniéndose en evidencia los problemas que en su día puedan surgir por la reimplantación de los jurados en la administración de Justicia.La experiencia, que ha sido impulsada por el fiscal de la Audiencia de Barcelona, José María Mena, es similar a la que realizó semanas atrás la magistrada juez Angela Vivas, en el Juzgado de Instrucción de Vilanova i la Geltrú. La magistrada invitó a los funcionarios de su propio juzgado a que realizaran las eventuales funciones de un jurado, en el transcurso de una vista oral.

El experimento de este jurado juvenil ha sido muy bien acogido por los magistrados de la Audiencia de Barcelona, porque así se ensaya la hipotética reinstauración de los jurados, que fueron abolidos después de la Segunda República, y porque establece una singular comunicación entre el pueblo y la Justicia, intentando recomponer de esta manera la imagen de la institución.

Los alumnos, informados

El martes el fiscal José María Mena se reunió con los alumnos de COU del Instituto Boscán, les expuso el funcionamiento de los jurados y les detalló su misión y objetivo. En el transcurso del diálogo, el fiscal explicó que los muchachos podrían ocupar un lugar preferente en la sala, entre el público, para seguir las incidencias de la vista oral. Posteriormente, cada uno de los jurados rellenará una hoja en la que se indicará su opinión sobre la comisión o no del hecho juzgado, sobre la culpabilidad o inocencia de cada uno de los acusados y sobre la concurrencia o no de elementos modificadores de la pena.Los alumnos se interesaron sobre la hipotética vinculación de su dictamen y sobre la necesidad de aprender previamente el lenguaje y las fórmulas legales. Sobre este último punto se les explicó que no hacía falta, ya que la Constitución establece que el lenguaje de los tribunales de Justicia debe ser asequible a cualquier ciudadano y que uno de objetivos de esta experiencia consiste en demostrar el grado de comprensibilidad.

En opinión del fiscal José María Mena, el ensayo tiene una doble vertiente, una judicial y otra pedagógica. Los resultados de esta experiencia serán susceptibles de ser utilizados en cualquiera de los dos sentidos. Pero sobre todo al impulsor de este proyecto y a quienes lo acogieron favorablemente no se les escapa el hecho de que el ejercicio didáctico se llevará a término en plena campaña en favor del jurado y cuando, desde numerosos sectores de la sociedad, se reclama su reinstauración.