El nuevo presidente intenta superar la crisis de gobierno abierta en Panamá

El nuevo presidente panameño, Jorge Illueca, que accedió al cargo en la noche del lunes, intenta formar Gobierno tras la dimisión "irrevocable" de cinco ministros del Gabinete del anterior jefe del Estado, Ricardo de la Espriella.Según opinión de algunos observadores, no confirmada oficialmente, Illueca trata de incluir en su Gobierno representantes de los partidos liberal, republicano y laborista, formaciones que integran, junto al gubernamental Partido Revolucionario Democrático, la coalición electoral que apoya la candidatura presidencial de Nicolás Arditto Barletta.

En su primer mensaje a la Nación, Illueca anunció su intención de introducir cambios en el Gobierno, pero esta decisión se ha visto precipitada por la decisión de cinco ministros de presentar su dimisión. Fuentes extraoficiales afirmaron ayer que la mayoría de los siete ministros restantes había adoptado una actitud similar.

El nuevo Gobierno permanecerá en funciones hasta el próximo mes de octubre, cuando se efectúe el traspaso de poderes al presidente elegido el 6 de mayo.

Mientras tanto, continúan las especulaciones sobre las razones que impulsaron la dimisión del presidente De la Espriella. Según algunos observadores, la crisis ha estado relacionada con un intento de la Guardia Nacional para evitar el triunfo del ex jefe del Estado Arnulfo Arias, candidato a la presidencia por el Partido Panamista, extrema derecha.

El octogenario ex presidente Arnulfo Arias fue destituido por el Parlamento panameño en dos ocasiones, 1941 y 1949, y derrocado durante su tercer mandato por un golpe militar de la Guardia Nacional, en 1968, protagonizado por el general Omar Torrijos.

Denuncias de la oposición

La oposición panameña, por su parte, ha arreciado en sus denuncias sobre la forma en que se ha efectuado el relevó presidencial.Ricardo Arias, vicepresidente del Partido Demócrata Cristiano y aspirante a la vicepresidencia en la candidatura de Arnulfo Arias, manifestó ayer que la dimisión de Ricardo de la Espriella "no fue voluntaria" y que fue forzada por la Guardia Nacional "para intentar reforzar la candidatura oficial de Nicolás Arditto Barletta".

Señaló también que la designación de Illueca como presidente "tiene como objetivo asegurar la continuidad de un régimen dominado por los militares desde hace 16 años y que corre el riesgo de perder las elecciones de mayo".

El vicepresidente democristiano Guillermo Cóchez fue más lejos aún en sus acusaciones al afirmar que De la Espriella fue obligado a dimitir al resistirse a los intentos de los militares de manipular el proceso electoral.