Chernienko: una mala imagen
Le MondeAsí como la instalación de Yuri Andropov en el sillón de Breznev hace 15 meses había sido interpretada -quizá con exceso- como el anuncio de un cambio, de restablecimiento de la disciplina y de un nuevo rigor de la política soviética el nombramiento de Constantin Chernienko para el cargo de jefe del partido soviético evoca una imagen de antigualla y de inmovilismo; es decir, de una vuelta a un dogmatismo todavía más crispado que en el curso de los dos reinados precedentes. ( ... ) Ahora bien, si la imagen de Breznev estaba lejos de ser exaltante en 1964, en el momento en que sustituía al papa de la desestalinización, la de Chernienko es francamente mala. ( ... ) Hasta 1982 tenía la reputación de un responsable relativamente moderado, al menos según los raros diplomáticos que se habían sumergido en la lectura de sus abundantes escritos. Desde noviembre de 1982, Chernienko se presentaba como el nuevo Suslov, el guardián riguroso de la ortodoxia frente a las veleidades de su rival instalado en el poder. En diciembre de 1982 escribía un artículo poniendo en guardia contra todo abandono de Afganistán. En junio del año pasado, su discurso ante el comité central pareció un monumento del conservadurismo limitado. ( ... ) 14 de febrero
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