300.000 personas se manifestaron ayer en Vigo, y la comarca quedó totalmente paralizada por una huelga general
300.000 personas, aproximadamente, acudieron a la manifestación, realizada en la mañana de ayer en Vigo, cuya comarca quedó totalmente paralizada por una huelga general. La jornada de protestas fue convocada unitariamente por las centrales CC OO, UGT e Intersindical Nacional de Trabajadores Gallegos; (INTG) en contra de la política de reconversión del Gobierno. Los paros fueron también secundados en Orense, donde la acción de piquetes informativos de INTG fue decisiva para lograr paralizar totalmente la ciudad, aunque la huelga no había sido convocada. Este sindicato nacionalista extendió la convocatoria a La Coruña y Lugo, donde las movilizaciones adquirieron menor dimensión. La jornada de movilizaciones en Galicia se desarrolló sin incidentes de gran consideración, aunque grupos de trabajadores bloquearon el tráfico en Vigo durante unas horas.
La asistencia a la manifestación de Vigo, que concluyó en una concentración en el puerto, superó a la de la jornada del 15 de abril de 1983 en la que también fue convocada una huelga general en protesta por el desmantelamiento industrial de Vigo y su comarca, con la asistencia de unas 200.000 personas. En esta ocasión, el llamamiento se realizó como un toque de atención al Gobierno central sobre la política de reconversión industrial, al Gobierno autonómico y a los empresarios gallegos, para que se comprometan a tomar medidas que palíen la grave crisis económica por la que a atraviesa esta zona que, en tiempos no muy lejanos, era la más próspera de Galicia.A la manifestación de Vigo, ciudad que cuenta con 260.000 habitantes, acudieron trabajadores de todos los pueblos cercanos en autobuses fletados especialmente. El recorrido de los manifestantes a lo largo de casi tres kilómetros se realizó entre las 11.30 y 12.30 horas de la mañana. No hubo que registrar ningún incidente que perturbara la marcha pacífica en la que participaron gran número de niños y personas mayores.
Para los sindicalistas, la jornada de ayer en Vigo marca un hito histórico del movimiento obrero en Galicia. En el comunicado conjunto que se leyó al final de la manifestación, los sindicatos pidieron al Gobierno una nueva política económica, laboral e industrial al servicio de las necesidades de los trabajadores, y no al servicio del gran capital y de la banca. Esta nueva política debe basarse, según los sindicatos, en una actuación enérgica de la inversión pública en la creación de empleo y en la supeditación del poder económico al poder político y al conjunto de la sociedad, que se tendrá que concretar en medidas específicas y urgentes.
Los trabajadores de Vigo y sus alrededores, a través de sus portavoces sindicales, lamentaron la ausencia en la manifestación del grupo municipal socialista. El alcalde decidió permanecer en su despacho y el comité comarcal del PSOE advirtió a sus militantes que no debían acudir a la convocatoria. Ello no ha sido obstáculo para que la UGT mantuviera una presencia activa, junto a CC OO e INTG, en los preparativos de la huelga general y en todas las acciones que ayer se llevaron a cabo en Vigo.
Manuel Soto, alcalde socialista, expresó al término de la manifestación su satisfacción por el civismo demostrado por el pueblo en su recorrido por las calles, pero advirtió que estas acciones no servirán para nada ya que los diputados socialistas en el Congreso, los concejales y él mismo estaban trabajando para mantener informado al Gobierno de las necesidades de la comarca de la ría de Vigo y de las mejores soluciones para salir de la crisis.
En esta convocatoria de manifestación y huelga general se recibieron numerosas adhesiones de Alianza Popular y otras fuerzas políticas de derechas. Los trabajadores clarificaron en su comunicado que estas declaraciones de apoyo las consideran superfluas, dado que parten de organizaciones o personas responsables, en buena medida, de la situación que ahora se vive.
Piquetes informativos
A lo largo de todo el día, el paro ha sido total en todos los sectores de la ciudad. Desde primeras horas de la mañana los trabajadores de las diferentes empresas se fueron concentrando ante las puertas de las factorías. La huelga, de hecho, comenzó a las 0.00 horas para concluir a las 24.00 horas de ayer. Había cierto temor a que se produjeran incidentes violentos En este sentido, sólo hubo que registrar la actuación de piquetes de trabajadores que bloquearon las salidas por carretera de Vigo hasta las 10 de la mañana y sólo dejaron pasar los coches cuyos conducto res justificaban una necesidad urgente de salir de la ciudad.
Por la tarde, se celebraron concentraciones de trabajadores en diferentes puntos de la ciudad y en los otros 16 municipios que se sumaron a la jornada de huelga general. La paralización afectó a una población de 500.000 personas. No circularon autobuses, ni aviones. Las emisoras de radio locales hicieron una programación especial desconectada de las cadenas estatales, con información únicamente de la manifestación. El periódico local, Faro de Vigo, no salió a la calle y tampoco fue distribuida la prensa nacional.
En Orense, piquetes informativos del sindicato nacionalista INTG contribuyeron ayer a la paralización de la actividad industrial y comercial de Orense en la primera huelga general registrada en esta ciudad durante los últimos 50 años, informa Antonio Vallejo. La huelga no había sido convocada previamente y sólo se habían anunciado actos en solidaridad con el paro ciudadano de Vigo, además de una manifestación. Sin embargo, a partir de las nueve de la mañana, grupos de sindicalistas recorrieron el centro comercial y el polígono industrial y en poco más de una hora se paralizó la ciudad.
Salvo algunas amenazas verbales, los piquetes informativos lograron, sin violencia, que los sorprendidos comerciantes cerraran sus puertas. En cambio en el polígono industrial se registraron algunos incidentes y fueron volcados varios coches. También hubo coacciones en algunos centros es colares en los que grupos de alumnos y profesores se resistían a abandonar las clases.
La sorpresa ha sido un factor determinante en el éxito de esta huelga general que no se había previsto ni siquiera por el Gobierno Civil, cuyo titular, Mariano Sanz Pech, se encuentra en Valencia.
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