Inexperiencia internacional del nuevo líder, se afirma en Londres
La elección de Constantin Chernienko como secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética ha sido acogida sin ningún entusiasmo en los medios políticos británicos, que resaltan su escasa experencia en temas internacionales. "De todos los candidatos posibles", afirmó David Steel, líder liberal que visitó recientemente Moscú, "es el que menos interés tiene en cuestiones de política exterior".Expertos en cuestiones soviéticas resaltaban ayer su escepticismo sobre la capacidad del nuevo líder soviético para reavivar las conversaciones de desarme o dar pasos considerables en la mejora de las relaciones Este-Oeste. Como únicas ventajas se cita el hecho de que Chernienko es un hombre con una larga carrera política puertas para adentro, lo que quiere decir que controla todos los hilos del Kremlin, y que su personalidad es bien conocida en medios occidentales, a pesar de que casi nunca ha viajado fuera de la URSS.
El reverendo Michael Bordeaux, del Keston College, que dirige un curso sobre derechos humanos en la URSS, puso un toque dramático al señalar que Chernienko es partidario de un control acentuado sobre la vida de sus ciudadanos. "Todo lo que ha hecho hasta ahora demuestra que persigue a quienes se desvían de la norma y que nunca se ha sentido vinculado al problema de los derechos humanos". Según Bo'rdeaux, el nuevo líder soviético fue el sucesor de Mijail Suslov como ideólogo del régimen. Sir Curtis Keeble, que fue embajador en Moscú, calificó la elección de "muy conservadora" y añadió que a su juicio Chernienko continuará la línea iniciada por Breznev.
Continuidad es la palabra que prefieren los expertos británicos para definir al nuevo líder soviético, del que nadie parece esperar gestos espectaculares o iniciativas. Oficialmente, sin embargo, el Foreign Office se ha limitado a reiterar el deseo del Reino Unido de que mejoren las relaciones entre los bloques. La primera ministra Margaret Thatcher -afirmó una fuente oficiosa- replanteará en Moscú esta voluntad de diálogo con la esperanza de que Chernienko adopte una actitud positiva.
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