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El presidente mexicano pide que se cese de alimentar el armamentismo en Centroamérica

"En la medida en que otros países se abstengan de alimentar el armamentismo en Centroamerica y retiren a sus asesores militares, se logrará la paz", dijo ayer el presidente de Mexico, Miguel de la Madrid, en su primera conferencia de prensa con los corresponsales extranjeros. Calificó de positiva la actitud de Fidel Castro hacia las gestiones del grupo de Contadora e hizo votos porque Estados Unidos no se incline hacia la intervención militar, que originaría gravísimos problemas, no sólo en el istmo, sino en toda América Latina.

El estado actual de las negociaciones emprendidas por el grupo de Contadora fue descrito en los siguientes términos: "Se está trabajando en comisiones en busca de acuerdos jurídicamente obligatorios para las partes. Nuestra opinión es que los países centroamericanos pueden firmar tales acuerdos, aunque todavía no se ha logrado un consenso sobre los documentos".Los objetivos de estos tratados son el cese de la violencia, no permitir que desde el territorio de un Estado se aliente la violencia en otro, congelación de la carrera armamentista y reducción gradual de los asesores militares extranjeros. El presidente mexicano admitió que aún hay riesgos para la paz "pero el hecho de haber detenido la guerra durante un año nos alienta a seguir".

En varias ocasiones Miguel de la Madrid ha reiterado que la pacificiación de Centroamerica necesita contar con el pleno apoyo de Estados Unidos y Cuba. Ayer manifestó que Fidel Castro ha apoyado las gestiones del grupo de Contadora y ha mostrado su disposición a cumplir los acuerdos a los que lleguen libremente los países de América Central.

Respecto de Washington dijo que "si los países de Centroamérica llegan a acuerdos seguros para abatir la violencia, espero que Estados Unidos, cuyo pueblo no desea una guerra, tendrá condiciones que le permitan reducir su involucramiento militar en esa región".

Una vez más el mandatario mexicano no eludió las diferencias existentes entre el análisis que hace de la situación centroamericana el grupo de Contadora y la comisión Kissinger. La discrepancia fundamental radica a su juicio en que la comisión bipartidista norteamericana mantiene como alternativa el tratamiento militar del tema, "mientras que nosotros tratamos de eliminarla".

Observó, sin embargo, que en el planteamiento económico y social exige un acercamiento de ambas posiciones, que se pone de manifiesto cuando el informe Kissinger admite como una de las causas de la violencia el atraso en los niveles de desarrollo y el injusto reparto de la riqueza.

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A una pregunta relacionada con los ataques exteriores a Nicaragua, respondió que lamenta toda situación de violencia en América Central y la realización de cualquier acto que impida la solución pacífica de sus problemas. Una vez mas instó a todas las naciones a que se abstengan de intervenir militarmente en esa región. Invitó a los países europeos a que ayuden a las naciones más pobres a mejorar sus niveles de vida, especialmente con traspasos de tecnología, sin condicionamientos ideológicos, respetando siempre las características del régimen político que se haya dado cada pueblo.

"Esta es la esencia", dijo, "de la revolución mexicana". "Hemos pedido respeto para nosotros y ese mismo respeto lo deseamos también para los demás. Sería deseable que aumentase la cooperación de las naciones más desarrolladas con las de Centroamérica".

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