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Dos jóvenes, arrestados como sospechosos de poner una de las bombas estalladas ayer en Bilbao

Dos jóvenes fueron detenidos de madrugada en Bilbao "tras haber sido sorprendidos", según la escueta nota policial facilitada a última hora de ayer, "cuando acababan de colocar un artefacto en las oficinas de la entidad bancaria Banque Nationale de París, en la calle de Ledesma de esta capital. Dicha bomba, que al parecer explotó instantes después de la detención, fue uno de las siete que fueron colocadas en diversos lugares de Bilbao, de las que cinco estallaron poco después de las cero horas, siendo explosionados o desactivados por la policía las dos restantes.Durante todo el día de ayer, un impenetrable silencio rodeó tanto en la Jefatura Superior de Policía como en el Gobierno Civil de Vizcaya, todo lo relacionado con dichas detenciones, que hasta las 20 horas no fueron "ni confirmadas ni desmentidas". Sin embargo, se sabía desde primeras horas de la mañana que un joven había sido detenido por la policía en la calle Ledesma, poco antes o poco después de la explosión, y que al menos otras dos personas habían sido perseguidas por la dotación de un coche patrulla por la misma zona.

Una agencia de prensa llegó a difundir como datos personales de uno de los detenidos su nombre de pila, José Pedro, las iniciales O.G, que corresponderían a sus apellidos, así como su edad, 25 años, y su lugar de nacimiento, La Coruña. El joven habría sido detenido con una bolsa que contenía un explosivo, y habría indicado a la policía que acababa de colocar otra bomba en la entidad bancaria antes citada. Ninguno de estos datos pudo ser verificado.

Las otras seis bombas fueron colocados en la sede de la Bolsa, donde explotaron dos cargas de cloratita, en las inmediaciones de la estación de ferrocarril de Ciudad Jardín, próxima a la Comandancia de la Guardia Civil de Vizcaya, en la sede de la Societé Generale de la Banque, en la calle Ibáñez de Bilbao, en las inmediaciones de Ia Audiencia Territorial, y en la estación de Achuri.

A última hora de la noche de ayer, ningún grupo había asumido la responsabilidad de las explosiones, si bien en medios políticos y periodísticos vascos se especulaba ayer con la posibilidad de que los autores pudieran pertenecer al grupo Iraultza (Revolución), que se ha caracterizado en los últimos meses por atentar contra empresas extranjeras.

Las bombas colocadas en las inmediaciones de la comandancia de la Guardia Civil, por una parte, y de la Audiencia Territorial de Bilbao, por otra, podrían, quizás, estar relacionadas con las diligencias de reconocimiento de tres números de la Guardia Civil incursos en un sumario por presuntas torturas que tendrán lugar hoy en el juzgado número uno de dicha audiencia. El denunciante fue interrogado por espacio de una semana, en febrero de 1980, en dependencias del cuartel de La Salve, sede de la citada comandancia de la Guardia Civil.

Iraultza, según un panfleto de doce páginas difundido hace un par de meses para explicar su origen, nació como respuesta a la "ofensiva represiva e ideológica contra el movimiento de resistencia vasca". La ofensiva ideológica se habría puesto de manifiesto en "la existencia de frentes antiterroristas, operación arrepentidos, intoxicación pacifista desde la inmensa mayoría de los medios de comunicación, mesas por la paz, etc". Frente a tal ofensiva Iraultza trataría de "reforzar con ideas y prácticas propias las filas de quienes combaten al poder represivo, centralista y capitalista, con medios a su alcance" y, por otra parte, "denunciar esta jamada de coco".

Otra posibilidad no descartable sobre la identidad de los responsables de la colocación de las bombas es que se trate de un comando de ETApm VIII Asamblea que el pasado mes de diciembre colocó en una misma noche media docena de artefactos explosivos contra las sedes de otras tantas empresas de capital norteamericano.

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