Longares presenta su último libro y desconfía del futuro de la novela experimental
La última novela de Manuel Longares, Soldaditos de Pavía, editada por Seix Barral, fue presentada el pasado martes en el teatro de la Zarzuela de Madrid. La celebración de este acto ritual en el vestíbulo de ese teatro se justifica por la base argumental de la obra y el insólito tratamiento que recibe en esta narración, mitad farsa experimental, mitad réplica de la novela más tradicional y conspicua, aunque el autor muestra su desconfianza con respecto a la novela experimental.Ésta es su tercera novela. Mientras la primera, El enfermo, escrita hace ahora unos 20 años, seguía un modelo de narración convencional, la segunda, La novela del corsé, ensayaba una original construcción del relato. Una suerte de relato que a su vez se relataba. ¿Qué clase de obra es ésta nueva que mientras la editorial la presenta como experimental el propio novelista la ha calificado de "novela con argumento lineal y estructura clásica"?
"Tanto La novela del corsé como Soldaditos de Pavía", dice Manuel Longares, "operan con materiales de derribo. Investigan sobre textos literarios para descubrir la realidad, y esto es acaso lo único experimental y común a ambas. La diferencia reside en que mientras La novela del corsé se encuentra a caballo entre la narración y el ensayo, Soldaditos de Pavía puede encuadrarse perfectamente en el mode novela clásico".
El recurso a la zarzuela ahora y a la novela erótica antes parece indicar un gusto del novelista por los productos culturales de destino popular. ¿Se trata de mera afición o de recrear una estética al estilo de Manuel Puig?. Para Manuel Longares se trata de ambas cosas. "En todo caso", dice, "si se recrea una estética no es desde fuera, sino desde el interior de la situación y tratando de buscar nuevas vías de acceso -a la realidad".
No piensa Longares que su línea sea un caso singular en la actual novela española. "Hay intentos", dice, "muy estimables en el campo experimental actualmente, pero no con esta fórmula. Yo mismo dudo de que vaya a seguir por este camino. De hecho Soldaditos de Pavía es un avance hacia la novela tradicional. Los personajes de Soldaditos de Pavia, que comienzan comportándose como marionetas, acaban siendo personajes de carne y hueso".
¿Apuesta, entonces, por la novela tradicional? ¿Cree Longares que es acaso lo único o lo mejor que se puede hacer actualmente con la literatura?. "Si un escritor quiere tener audiencia hoy no tiene más remedio que caer en la novela tradicional. Ni la crítica ni el público recompensan los experimentos. Lo sé por experiencia. De La novela del corsé se vendieron 1.800 ejemplares. Hubo apoyos estimables, pero silencios muy significativos. Y esta experiencia me indujo a hacer Soldaditos de Pavía, buscando para el libro un público más amplio y una mayor audiencia crítica".
No cree Manuel Longares que esto le autolimite como escritor. Considera, por el contrario que ha sido bastante libre, haciendo esto y, en su opinión, "no he reducido para nada mis ambiciones. Simplemente, he pretendido que mi novela, con más humor y con intriga, fuera compartida por más gente".
