Gromiko tratará en Rumanía las discrepancias con Nicolae Ceaucescu sobre desarme nuclear

El ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Andrei Gromiko, es esperado) hoy en Bucarest, según informaciones de fuentes diplomáticas llegadas ayer a Belgrado. La visita había sido anunciada lacónicamente en Bucarest, señalando que se produciría a "finales de este mes". Las conversaciones de Gromiko en la capital rumana tendrán como telón de fondo las discrepancias entre los dos países sobre desarme nuclear.

El viaje está caracterizado por su marcado tono "de partido", relegando su componente "de Estado", a un segundo plano. Moscú y Bucarest registran zonas oscuras en, sus relaciones en ambos niveles, pero el primero permite un diálogo más abierto e informal que el oficial.Cada cierto tiempo, Moscú intenta desentrañar el significado real de las piruetas diplomáticas que el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu, suele hacer en los escenarios internacionales con irritante brillantez. La última, el pasado .26 de noviembre, fue el equiparar la instalación de los euromisiles norteamericanos con los SS-20 soviéticos en Checoslovaquia, y la República Democrática Alemana (RDA). Lo cual no impidió a Ceaucescu matizar que fue la acción occidental la que desencadenó la réplica del Este, aunque insistió en que ambas decisiones disminuyen las esperanzas de paz. Se suele asociar a Ceaucescu, muerto el yugoslavo Tito, al primer ministro socialista griego Andreas Papandreu, con el que llegó a firmar una misiva pacifista de Año Nuevo, dirigida a Reagan y Andropov. Si la OTAN tiene su enfant terrible en el griego Papandreu, el Pacto de Varsovia reconoce su oveja negra en el rumano Ceaucescu. Pero nadie espera que de la entrevista en Bucarest entre altos comunistas rumanos y soviéticos salgan tonos demasiado disonantes.

Se tratará también de la posibilidad de que la Unión Soviética instale en Bulgaria misiles SS-20, cuando la base siciliana de la OTAN, que estará lista al comienzo de la primavera, lleve ya montadas unas decenas de cohetes de crucero. Bulgaria y Rumanía son países fronterizos y el día 13 vuelven sus delegados a Atenas para tratar con turcos, griegos y yugoslavos sobre el establecimiento de una zona desnuclearizada en los Balcanes.

Interesará a ambas partes la polémica que mantienen Hungría y Rumanía por los derechos nacionales del millón de magiares que vive en la Transilvania rumana.