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El Gobierno da vía libre a la reforma agraria de Andalucía, afirma Escuredo tras entrevistarse con Felipe GonzáIez

Más de cinco horas de reunión entre el presidente del Gobierno, Felipe González, y el de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, costó llegar a un "total y completo acuerdo", según las palabras de éste, en torno al problema de las transferencias en cuestiones agrícolas, a la región andaluza, asunto que bloqueaba el proyecto de reforma agraría, que el Gobierno andaluz comenzará a discutir el próximo 21 de febrero en el Parlamento regional. Escuredo da a está ley una capital importancia y no ocultaba su descontento con el Gobierno central al negarle éste, su apoyo a una reforma agraria con la que, al decir de algún ministro discrepante, "Escuredo, pretende ganarse un lugar en los libros de historia".

Visiblemente satisfecho, Escuredo anunció que Felipe González se había comprometido a que el Consejo de Ministros discuta y apruebe las transferencias del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) y del Initituto de Conservación de la Naturaleza (Icona) para antes del 21 de febrero. Sin embargo no precisó si el Gobierno central se reserva" como pretendía hasta el momento, un ámbito de competencias que limite las pretensiones de la Junta de Andalucía en materia agraria.El presidente del Gobierno Central prometió también a Escuredo que el próximo Consejo de Ministros decisorio abordará el tema de las transferencias a Andalucía del Insalud, dependiente del Ministerio de Sanidad.

Aparentemente, coneste acuerIdo se salva una difícil situación que había llegado a comprómeter, las buenas relaciones institucionales entre los Gobiernos de Madrid y Sevilla, pese a las siempre excelentes relaciones de amistad que mantiene González con su ex compañero de bufete, Escuredo.En cualquier caso las diferencias entre las dos administraciones impidió que Escuredo viera cumplido su compromiso público de agotar el calendario de transferencias en el pasado año.

Obstáculos técnicos

A la salida de la Moncloa, Escuredo, ocultando la dimensión política de sus diferencias con Madrid, dijo que los principales obstáculos son de índole exclusivamente técnico-jurídica, sobre las competencias de la Junta en parques nacionales y fincas manifiestamente mejorables a la hora de elaborar sendos decretos reguladores deambos temas por parte del Gobierno central. A la reunión asistieron también, en algunos momentos, los ministros de Agricultura y Trabajo, Carlos Romero y Joaquín Almunia, el vicepresidente de la Junta, José Rodríguez de la Borbolla, y el consejero de Agricultura andaluz, Miguel Manaute.

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El segundo gran tema de la reunión fue el de la posible designación del arquitecto catalán Ricardo, Bofill para comisario de la exposición universal de 1992, que se celebrará en Sevilla. Escuredo, que rechazó la "campaña de xenofobia anticatalanista" desatada desde algunos medios de información andaluces, dijo que Felipe González le había asegurado que la decisión definitiva no ha sido aún definitivamente tomada Escuredo se manifestó en desacuerdo con el nombramiento de Bofill, pero no porque se trate de un catalán ni de un mal arquitecto.

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