Fernando Moran mantuvo en Rabat una entrevista de 50 minutos con el rey Hassan II
El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, pasó ayer unas horas en Rabat durante las cuales fue recibido por el rey Hassan II, con quien departió durante 50 minutos, y conoció personalmente a su homólogo marroquí, Abdelhuahed Belkezis. Este viaje del ministro español, según él mismo dijo, no tenía otro objetivo que cumplir lo acordado con el anterior ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, de reunirse cada tres meses para repasar las relaciones bilaterales, y cambiar impresiones. "Entre países vecinos", precisó Morán, "estos contactos personales son importantes, se resuelven malentendidos, por ejemplo, y la relación personal física abre después la vía al teléfono, y a muchas cosas más".No obstante, y considerado en la perspectiva de los temores expresados por Morán sobre los problemas de inestabilidad y subversión en el Magreb, se puede pensar que el resultado principal del desplazamiento del titular de Exteriores a Rabat ha sido expresar al rey Hassan II las simpatías del Gobierno español por la dura prueba por la que ha atravesado Marruecos y ofrecerle, dentro de lo que cabe, su apoyo.
El rey Hassan II recibió a Morán en su palacio de Rabat durante 50 minutos, a lo largo de los cuáles, según Morán, se trato in extenso de la pasada cuarta cumbre islámica de Casablanca, y oyó las explicaciones del Monarca, "puesto que las opiniones del rey Hassan II siempre son interesantes". "Fue una entrevista larga, interesante, pero no tenemos contenciosos bilaterales". El príncipe, heredero de Marruecos, Sidi Mohamed, asistió a la audiencia, a la que Morán calificó de rutinaria.
El ministro Morán confirmó a los periodistas españoles que los marroquíes "han sido y son muy sensibles a los comentarios e informaciones de los medios de comunicación españoles sobre los recientes disturbios ocurridos en Marruecos". "No obstante", dijo, "yo les he hecho ver que no me puedo permitir ni me permito aceptar determinadas críticas, pero puesto que no acepto críticas, tampoco me permito ninguna defensa".
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