El gobernador civil de Tarragona ratifica que los secuestradores de la esposa del industrial Salomó piden 25 millones de rescate

El gobernador civil de Tarragona, Vicente Vallero, confirmó ayer en conferencia de prensa la información publicada por este diario según la cual un grupo de delincuentes comunes, aunque indican que están relacionados con las víctimas del aceite de colza, se atribuye el secuestro de María Teresa Mestre Guitó, esposa del industrial aceitero Enrique Salomó, y exigen un rescate de 25 millones de pesetas. Añadió, sin embargo, que no se descarta todavía ninguna hipótesis y que se investiga la autenticidad de la carta recibida. Las más altas esferas policiales de la provincia han constituido una comisión para dirigir la investigación y han solicitado la colaboración de la Interpol por si María Teresa Mestre se hallara fuera del país.

Según las declaraciones del gobernador civil, la carta donde se comunica el secuestro llegó por correo ordinario al domicilio familiar de los Salomó, en la urbanización Reus Mediterráneo de Cambrils, el lunes por la mañana. El sobre tenía matasellos de la ciudad de Tarragona. La carta, mecanografiada, consta de tres párrafos y al pie figuran las siglas GADAC que, según una primera estimación de los cuerpos de seguridad, pueden ser interpretadas como "Grupo de Afectados del Aceite de Colza".A pesar de este dato, la Guardia Civil parece descartar que los secuestradores estén relacionados con víctimas de la colza, y piensa que el recurso de usar esa sigla, que el gobernador civil calificó como "pura ingenuidad" sólo pretende desviar la investigación.

La comunicación de los presuntos secuestradores se refiere en primer lugar al hecho de que retienen a María Teresa Mestre y pide un rescate de 25 millones de pesetas. A continuación señala el posible riesgo que pudiera correr la interesada si la policía sigue pistas determinadas en el tema y, por último, se comunica que en un plazo de cinco días, aproximadamente, darán a conocer nuevas instrucciones.

La hipótesis más sólida que mantiene la Guardia Civil es la de un secuestro, por motivos económicos, realizado por delincuentes que hubieran tenido relación de convivencia con Enrique Salomó -implicado en el fraude de la colza- en el interior de la cárcel provincial. En este sentido, se está investigando una relación de delincuentes comunes, aunque por el momento no se ha logrado establecer ninguna pista concreta.

Entre los investigados figura el argentino José Buenaventura Rodríguez Corvalán, que obtuvo hace unos meses la suspensión de una sentencia de extradición hacia su país. Rodríguez se halla en paradero desconocido y desde el pasado 12 de diciembre pesa sobre él una orden de busca y captura para ejecutar la extradición. El gobernador civil, sin embargo, apuntó que es improbable la implicación de Rodríguez en este caso.

Forzar pistas

Los cuerpos de seguridad en Tarragona y el propio gobernador civil conocieron la carta de los secuestradores a los pocos minutos de recibirse, y acordaron guardar "extrema prudencia y riguroso secreto". Aunque se tenía la intención de no divulgar su contenido hasta, por lo menos, hoy, jueves, Vicente Valero manifestó que "tampoco puede ser tan perjudicial su divulgación, ya que de una manera u otra se tenía que forzar a los presuntos secuestradores a dar señales o pistas de que tienen en su poder a la secuestrada, por medio del envío de otro escrito acompañado de alguna pista o detalle que nos confirme que efectivamente tienen en su poder a María Teresa Mestre".

El gobernador civil recibió a mediodía de ayer a los hijos de Enrique Salomó, a quienes prometió realizar gestiones ante la autoridad judicial a fin de obtener una autorización especial para que su padre pueda pasar con ellos unas horas cada día, si bien bajo total vigilancia. El gobernador civil dijo: "En nombre del dolor de la familia Salomó, pido a los secuestradores que dejen en libertad a la señora Mestre. En nombre de la legalidad, no sólo se lo pido, sino que además se lo recomiendo".

Por su parte, el abogado Jordi Claret, que actúa como portavoz de la familia Salomó, declaró anoche en conferencia de Prensa que sus representados están dispuestos a cumplir las condiciones exigidas por los secuestradores y que la carta recibida supone "una gran esperanza". Claret advirtió, sin embargo, que en los últimos días se habían recibido otras comunicaciones reivindicativas, aunque no especificó de qué tipo.