Muere de el cáncer el comandante Saad Haddad, el principal aliado de Israel en líbano
El comandante disidente libanés Saad Haddad, de 47 años, aliado incondicional de Israel y uno de los principales sospechosos de haber perpetrado las matanzas en los campamentos palestinos de Sabra y Chatila en septiembre de 1982, murió ayer de cáncer en la localidad surlibanesa de Marjayun, a 12 kilómetros de la frontera líbano-isrealí, según informó un portavoz militar judío.
El fallecido, que mandaba desde hace más de siete años las milicias cristianas aliadas de Israel en el sur de Líbano, permanecía hospitalizado desde hace varias semanas en su domicilio de Marjayun, donde era asistido por un equipo médico israelí que le atendía de un cáncer que padecía desde hace tiempo.Saad Haddad pertenecía a una familia de religión greco-católica. Después de estudiar un año en la Escuela de Aplicación de Infantería en Saint Maixent (Francia), Haddad fue enviado a Estados Unidos para seguir un curso en una academia militar.
A su regreso a Líbano le sorprende la guerra civil de 1975 en su pueblo natal, Marjayun. Opuesto a las milicias progresistas y a, los combatientes palestinos, Haddad, al frente de una unidad del Ejército regular libanés, se alía a las milicias falangistas cristianas y recibe el apoyo de Israel.
A partir de entonces forma una milicia propia, de unos 2.000 hombres, equipada por Israel, que reagrupa ex militares del Ejército libanés y jóvenes que recluta en las ciudades fronterizas, donde su autoridad creció. Allí decidió por cuenta propia reabrir la frontera líbano-israelí, pese a la oposición del Gobierno de Beirut.
Condecorado en 1977 por el ministro de Defensa israelí, Ezer Weizman, con la medalla a la Conducta Ejemplar, máxima distinción del Tshal, la justicia liba: nesa instruyó a Saad Haddad un, sumario por "colaboración con el enemigo".
Tras la invasión israelí del sur de Líbano en 1978, el Ejército israelí le entregó oficialmente las posiciones que él ocupaba, vulnerando de esta forma las resoluciones de las Naciones Unidas al respecto, que establecían que esta región debía pasar bajo la soberanía de la Fuerza de las Naciones Unidas para el sur de Líbano,
Suspendido del Ejército libanés el 1 de febrero de 1979, el comandante Saad Haddad fue excluido en abril del mismo año, poco después de haber proclamado el Estado de Líbano libre en la región fronteriza que él controlaba. Este mini-Estado, que gozaba de relaciones exclusivas con Israel, fue proclamado sobre el 8%. del territorio nacional libanés y estaba habitado por unas 100.000 personas, de las cuales el 60% era de confesión musulmana chiita. Tras la invasión israelí del verano de 1982, el poder de Haddad se extendió hasta el río Awali, a la sombra de la ocupación del Tsahal. Menájem Beguin, en él curso de un vibrante homenaje, entregó a Haddad el castillo de Beaufort, sobre el río Litani, conquistado por comandos israelíes a los palestinos, enemigos jurados de Haddad, tras un intenso combate.
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