Desaparece la esposa de uno de los principales acusados por el fraude del aceite de colza

María Teresa Mestre Guitó, esposa del industrial aceitero Enrique Salomó, encarcelado por su presunta responsabilidad en el fraude del aceite de colza desnaturalizado, desapareció el lunes cerca de Reus sin que hasta el momento sus familiares hayan vuelto a tener noticias de su paradero. Aunque la policía baraja aún hipótesis muy distintas entre sí, ayer tomó cuerpo el temor a que se trate de un secuestro, según explicaron a este diario fuentes solventes, basándose en los primeros resultados de la investigación.

María Teresa Mestre, de 44 años de edad, madre de dos hijos, fue vista por última vez el lunes a las nueve de la noche en el centro comercial de Reus, comprando en diferentes tiendas de comestibles. Poco antes había acompañado a su hija a la estación del ferrocarril, desde donde debía dirigirse a Barcelona. Su otro hijo la esperaba en su domicilio, en la urbanización de Vilafortuny, cerca de Reus. Alarmado por la desaparición inició por su cuenta la búsqueda de su, madre, pero hasta las cinco de la tarde del martes no denunció el hecho ante la Guardia Civil.Horas después de que fuera presentada la denuncia, el vehículo de María Teresa Mestre Guitó, un Volkswagen Golf de color blanco, matrícula T-2704-J fue localizado en el camino de Barenys, pequeña localidad próxima a Salou, sin más rastro que unas hebras de lana de color amarillo -que al parecer no corresporiden a ninguna de las prendas vestidas por la desapa recida y su hija en las últimas horas en que utilizaron el vehículo-, unas bolsas de comida, que había adquirido la esposa del industrial poco despúes. de acompañar a su hija a la estación, y el abrigo de la mujer. En un cañaveral situado a escasos metros del lugar donde se descubrió el vehículo, la Guardia Civil halló el bolso de la mujer, del que se echó en falta el Documento Nacional de Identidad y una cantidad indeterminada de dinero.

La hija de María Teresa Mestre y Enrique Salomó se encontraban ayer en el domicilio situado en un bloque de apartamentos de la urbanización citada, pendientes de alguna llamada telefónica de los hipotéticos secuestradores. La Guardia Civil de Tarragona se ha hecho cargo de la investigación.

Uno de los familiares de la desaparecida explicó a este periódico que la situación era "insostenible, porque no podemos descartar ninguna hipótesis: ni el secuestro, ni la muerte, ni la desaparición por causas que se nos escapan". El mismo portavoz aseguró que la familia no había recibido nunca amenazas, "ni en los días siguientes al descubrimiento del asunto de la colza".

Fuentes solventes explicaron a este diario que el hecho de que María Teresa Mestre hubiera comprado comestibles poco antes de su desaparición parece descartar que la mujer tuviera intención de fugarse voluntariamente. El hallazgo en el vehículo de su abrigo y el bolso restan igualmente credibilidad a la hipótesis de un suicidio o una huida de la mujer, por lo que pese a la ausencia de reivindicación o petición de rescate la investigación contempla seriamente la posibilidad de que se trate de un secuestro. Las mismas fuentes piensan que, de ser cierta esta última hipótesis, se trataría de un acto llevado a cabo por un grupo poco profesional -por la tardanza en buscar un interlocutor para pedir rescate- o por alguien que buscara la venganza por las intoxicaciones producidas por la colza. Enrique Salomó fue acusado oficiosamente por la policía de ser uno de los "cerebros del fraude" de la manipulación del aceite.

La familia Salomó, oriunda de Riudoms (Tarragona), contaba con un floreciente negocio de refinación de aceite situado en la carretera de Reus, que fue destruido por un incendio en 1980. Este incidente fortuito, al que se le sumó la detención del industrial aceitero, provocó dificultades económicas a la familia.