Sobre la catedral de la Almudena

Parece ser que don Ángel Manuel García, presidente de la Fundación Villa y Corte, ha encontrado la solución mágica para acabar de construir la catedral de la Almudena. Según él, los 500 millones de pesetas necesarios para la finalización de las obras se podrían recaudar mediante la contribución, por parte de medio millón de madrileños, de 27 pesetas mensuales durante tres años. Seguidamente afirma que le parece inimaginable que no existan esas personas capaces de llevarlo a cabo.A mí lo que me parece inimaginable es que haya que gastarse 2.500 millones de pesetas (en la obra total) para rezar, que creo es el motivo fundamental de la existencia de un templo. Pienso que las personas que entran y se arrodillan en una iglesia para orar no necesitan de tanta piedra monumental sobre sus cabezas para hablar un rato con el de arriba.

Y si, por lo avanzado de la obra, hubiese que terminarla, también me parece inimaginable que la Iglesia católica, primera y principal interesada en su finalización, no se decida ya de una vez a acabar su construcción. Todas esas jerarquías, como los monseñores Tarancón, Yanes, Díaz-Merchán, etcétera, tan preocupadas por la moral cristiana de los españoles, que se preocupen también de soltar algo de dinero para la catedral de la Almudena y no sólo de mandarle donativos de 200 millones de pesetas al Papa y de protestar por la LODE, el aborto y demás aberracíones sociales. /