Una medida bien acogida en España

La operación policial contra supuestos miembros de ETA residentes en el sur de Francia es "fruto de un acuerdo pendiente entre los Gobiernos español y francés" informó a este periódico una alta fuente gubernamental española. La misma fuente indicó que, a lo largo del día de ayer, responsables del Ministerio del Interior mantuvieron diversos contactos telefónicos con las autoridades francesas para ofrecerles todo tipo de colaboración "para la consumación de la redada", que, según este informante, "aún no ha concluido". Los partidos de ámbito estatal acogieron la medida francesa con satisfacción generalizada.La primera medida adoptada por el Gobierno español ante el despliegue policial francés fue una operación de impermeabilización de la frontera, que incluye la intensifición de controles para evitar que supuestos miembros de ETA, ante el acoso a que se están viendo sometidos, opten en su huida por penetrar en territorio español.

El portavoz del Ministerio del Interior respondió con un "sin comentarios" ante una solicitada valoración sobre las medidas francesas. Este periódico supo, sin embargo, que hay instrucciones de que es preferible guardar silencio sobre la redada.

Con esta actitud se pretende evitar que opiniones de funcionarios españoles puedan ser mal interpretadas por las autoridades francesas o, en su caso, crear recelos que pudieran provocar el término de la operación antes de lo previsto, habida cuenta de que las reacciones españolas producidas en los últimos tiempos sobre acontecimientos surgidos en territorio francés han sido "más bien desafortunadas", en opinión de la fuente informante.

Ésta se refería al rosario de declaraciones posteriores a la detención de los tres policías españoles implicados en el incidente con el etarra, José María Larretxea. Sin embargo, en medios próximos al Ministerio existía cierta satisfacción en tomo a la medida, y los mandos de la Seguridad del Estado estaban continuamente al teléfono recibiendo novedades.

Hace unos meses el ministro del Interior, José Barrionuevo, y el embajador francés en España, Pierre Guidoni, se entrevistaron en Madrid para llegar a un posible acuerdo de colaboración que frenara los movinúentos de etarras en territorio francés. Barrionuevo le comunicó a Guidoni que Interpol había aceptado una orden de busca y captura contra cinco miembros de ETA Militar que, según información de la policía española, residían en Francia.

Guillermo Galeote, en nombre del PSOE, y Jorge Verstrynge, en el de AP, coincidieron en una núsina expresión al valorar la operación policial de ayer: "Ya era hora". "Está muy bien", dijo Galeote, "que se controle a los que extorsionan con el impuesto revolucionario, y a los demás. Ójala continue así la policía francesa". Vertrynge, por su parte, declaró: "AP estima que ya era hora de que el Gobierno francés haya hecho suyo un problema que tanto perjudica a un país vecino y amigo; aunque es lastimoso que dicha actuación haya respondido a alejar el problema cuando se les venía encina, en suelo francés". Andreu Claret, portavoz del PCE, señaló que toda lucha antiterrorista que se haga respetando los cauces democráticos y constitucionales "tiene que ser siempre bienvenida".