A vueltas con las firmas

En los últimos años, el personal de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) se viene negando sistemáticamente a firmar sus labores alegando una serie de razones que hay que tener en consideración: entre otras, que los sellos que finalmente se ponen en circulación difieren en poco a veces, y otras en mucho, de los proyectos que ellos han presentado, por lo que consideran que el resultado final no es totalmente suyo. Esto parece complicado de solucionar al menos en España, porque casi todos los países del mundo incluye n en sus informaciones filatélicas toda clase de datos acerca de la autoría de los sellos, además de los de carácter técnico, como procedimientos de impresión, formato, dentado, tirada, fecha de emisión y muchos más. Países como Suecia, Francia, Reino Unido, Austria, Suiza, Liechtenstein e incluso Portugal, por ser el más próximo a nosotros, hacen referencia a los autores de sus emisiones. Por ejemplo, en las emisiones de las autonomías, serie que está resultando poco atractiva, intervienen a veces las propias autoridades autonómicas, que solicitan un tema determinado y envían a la comisión de programación. sus propios proyectos o solicitan que se incluyan determinados símbolos regionales que pueden convertir el sello en algo abigarrado y poco estético por exceso de motivos. Bien, pues cuando se haga la hoja informativa de la emisión dígannos que ha sido el artista fulano o el señor mengano quien ha realizado el boceto, y ya sabremos a qué atenernos. Una cosa es que lo realicen desde el principio los artistas de la FNMT, y otra, que se limiten a materializar las ideas de otros, como ocurrirá cuando salgan los sellos de Navidad de Guinea, tema que en España tiene muchos coleccionistas. Convendría decir que la emisión se ha realizado según bocetos remitidos por las autoridades del país de los que es autor un artista local.Es posible que los artistas de la FNMT terminen por aceptar en algún momento la autoría de sus trabajos, siempre y cuando se trabaje sobre sus diseños en totalidad. Así, las hojas informativas que distribuye la Dirección General de Correos cobrarán interés de auténtica información y serán algo así como la partida de nacimiento del sello.