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Un templo desconocido para los madrileños

Una larga historia de intentos frustrados

La primera piedra de la catedral de la Almudena fue colocada el 4 de abril de 1883, 365 años después de que el papa León X promulgara una bula por la que se permitía la construcción de una catedral en Madrid dedicada a la advocación de la Virgen de la Almudena. Aunque parece que entonces el proyecto contó con el favor real, no llegó a realizarse por la oposición del arzobispo de Toledo, Guillermo de Croy. Un nuevo intento en tiempos de Felipe III, quien solicitó una bula al papa Clemente VIII, quedó frustrado por otro cardenal primado, Sandoval y Rojas.En tiempos de Felipe IV, su esposa, Isabel de Borbón, dejó al morir 60.000 ducados para la construcción de la catedral. El concejo donó 150.000 ducados e incluso fijó un emplazamiento muy próximo al actual. En 1623 se colocó una primera piedra que no sería seguida de otras.

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El asunto quedó paralizado hasta que Alfonso XII y la reina Mercedes dieron un fuerte impulso a la idea, en un momento en que los madrileños buscaban reemplazar la iglesia de Santa María, la más antigua de la capital, en la que se había venerado la imagen de la Almudena desde el siglo XI. A la muerte de la reina, Alfonso XII proyecta levantar en su memoria un mausoleo en el nuevo templo, al no poder enterrarla en el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial por no haber tenido descendencia. Poco después de la colocación de la primera piedra, el papa León XIII creó el obispado de Madrid-Alcalá y ordenó que el templo, previsto como parroquia, se convirtiera en catedral.

El 31 de mayo de 1911, la cripta, construida según el proyecto del marqués de Cubas, se abría, por fin, al culto. Las obras de la nave superior, iniciadas en 1910, se realizaron sin embargo muy lentamente, hasta su paralización durante la guerra civil.

Un giro importante en la historia de la catedral se produce en 1944, cuando los arquitectos Fernando Chueca y Carlos Sidro de la Puerta ganan un concurse, para dar una solución arquitectónica a la catedral. Se concluye el claustro que da a Bailén y la fachada principal, la girola y capillas y las tres naves hasta el crucero. El Último impulso se produjo en 1978 a raíz de la creación del patronato. Desde entonces, sólo se ha construído el cuerpo lateral que faltaba.

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