Dos fundaciones, destinadas a perpetuar el carisma del pintor

Dos grandes centros de arte contemporáneo, situados uno en Palma y otro en Barcelona, recordarán la memoria de Joan Miró y servirán para fomentar sus ideas de creatividad, experimentación y vanguardismo. Uno es ya realidad desde hace 12 años, y es el principal centro mironiano de Barcelona y del mundo: se trata de la fundación que lleva su nombre y que se encuentra en la falda de Montjuïc. El otro estará en el estudio del pintor, diseñado -como el primer edificio- por Josep Lluís Sert, y empezará a existir como institución tras la desaparición del artista. Se trata de la Fundación Pilar y Joan Miró, que gestionará el ayuntamiento de Palma, y que tendrá como sede el mencionado estudio y la casa de Son Boter.Joan Miró empezó a ceder parte de su legado artístico a la colectividad ya en vida, a través de la Fundación Miró de Barcelona, en la que se exponen y guardan unas 8.000 obras, desde sencillos grabados hasta telas, tapices y esculturas de grandes dimensiones. La fundación fue concebida por el artista como centro de estudios y experimentación, además de espacio de exposición. Anualmente, recuerda la deuda del arte contemporáneo con el pintor convocando el premio de dibujo que lleva su nombre.

La otra fundación, que recordará al artista en Palma de Mallorca, gracias a un acuerdo con el municipio, convertirá los 4.000 metros cuadrados de espacio disponibles en centro de enseñanza, participación y experirneritación artística. La idea de esta fundación surgió hace 30 años, pero no maduró hasta 1978, cuando Miró sufrió un ligero accidente al bajar de su estudio. Entonces firmó el primer documento de preconstitución de la fundación. Los nuevos y ya definitivos papeles fueron firmados en 1981 por la familia Miró y el Ayuntamiento de Palma.