Los cuatro países de la fuerza multinacional deciden mantener sus efectivos en Líbano

Los cuatro países que constituyen la fuerza multinacional destacada en Líbano acordaron ayer mantener sus contingentes militares en dicho país para contribuir a conservar la estabilidad del Gobierno libanés mientras el presidente Amin Gemayel intenta conseguir un acuerdo de paz entre todas las fuerzas políticas y religiosas del país. Washington ha empezado a estudiar una nueva localización de los marines, a los que se pretende desplegar en posiciones más seguras que las que actualmente ocupan.

El anuncio de mantener los efectivos militares fue hecho después de una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, George Shultz; del Reino Unido, Geoffrey Howe; de Italia, Giulio Andreotti, y de Francia, Claude Cheysson, con ocasión de su presencia en el Consejo Atlántico.

De los. 6.000 soldados que integran la fuerza, Italia es la más reticente en mantener su cifra actual de 2.200, la mayor en número para un solo país. El ministro Andreotti ha prometido seguir con los 2.200, a pesar de que en el acuerdo inicial con el Gobierno Gemayel se comprometió a enviar sólo la mitad, hasta ver qué ocurre en la próxima ronda negociadora de Ginebra entre los diversos líderes libaneses. El Gobierno italiano, no obstante, parece estar pensando en sustituir por tropas especiales a parte de los soldados de remplazo enviados a Líbano, informó ayer la emisora de radio británica BBC.

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, dijo ayer en Bruselas que, en el futuro, la presencia de las tropas perseguirá dos objetivos: por una parte, presionar al presidente Gemayel para que tome las medidas políticas y militares que le consoliden como el principal líder libanés, al mismo tiempo que amplía la base de la coalición con los líderes de la oposición chiita y drusa, y por otra, demostrar firmeza ante los esfuerzos sirios por intimidar a las fuerzas progubernamentales. Esto último, según la idea norteamericana, supone responder con ataques de la fuerza multinacional a los ataques sirios, como ocurrió con los bombardeos norteamericanos del domingo pasado.

Según fuentes de los otros tres países participantes en la fuerza de paz, todos han estado de acuerdo en la formulación de estos objetivos. Los cuatro ministros coincidieron en señalar el derecho de cada contingente a la autodefensa, aunque un miembro de la delegación británica hizo notar que el objetivo de la fuerza multinacional es reducir la violencia más que contribuir a ella. Estados Unidos, mientras tanto, estudia el sistema más adecuado para desplegar a los marines de la fuerza en posiciones más seguras de las que actualmente ocupan, según confirmó ayer la Casa Blanca, informa France Presse.

Seguridad para los 'marines'

El Pentágono examina varias opciones para someter al presidente Ronald Reagan, declaró Larry Speakes, portavoz de la Presidencia.

Según altos funcionarios norteamericanos que citaba en su edición de ayer The New York Times, la junta de jefes de Estados Mayor norteamericana estudia un borrador sobre las nuevas posiciones que podrían ocupar sus soldados ahora destacados junto al aeropuerto beirutí.

Lo que se pretende es situarlos en posiciones más seguras en tierra, quizá a lo largo de la carretera hacia Tiro, o incluso mantenerlos en buques anfibios junto a la costa.

Una posibilidad intermedia es mantener a los soldados en barcos y enviarlos periódicamente a tierra para mantener una presencia visible en Líbano. Esta alternativa, ya fue apuntada tras el atentado del 23 de octubre contra el cuartel general de los marines, acción en la que murieron 239 soldados norteamericanos.

Speakes se negó a entrar en estas opciones, amparándose, en que Shultz podía estar comentando la cuestión con sus colegas en Bruselas.