García Abril defiende la melodía como definidora del arte musical en su ingeso en la Academia de San Fernando

El compositor Antón García Abril pronunció ayer su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en el que desarrolló el tema Defensa de la melodía.García Abril ocupará la vacante de Regino Sainz de la Maza. Han sido padrinos del nuevo académico el pintor Enrique Segura, el compositor José Muñoz Molleda y el crítico Antonio Fernández Cid."La técnica más perfeccionista y avanzada es la que nos permite despojamos de lo innecesario", dijo el nuevo académico.

Después de recordar a su antecesor, Sainz de la Maza, quien "con Andrés Segovia creó una conciencia instrumental nueva" y "del que aprendí a valorar la sencillez como elemento estético y moral" Antón García Abril pasó a desarrollar el tema Defensa de la melodía, objeto de su discurso de ingreso en la Real Academia de San Fernando.Se refirió el nuevo académico a los primeros pasos de los compositores llamados después de la generación del 31: "La creación del grupo Nueva Música supone el punto de partida, la toma de conciencia y los primeros intentos de acercamiento a la vanguardia europea. Mi acercamiento a las técnicas contemporáneas, después de las vivencias acumuladas en Roma junto a Petrassi, fue decisivo. El compositor debe tener un dominio pleno de la técnica, sin renunciar a ningún procedimiento que lo facilite. La técnica más perfeccionista y avanzada es la que nos permite despojarnos de lo innecesario".

Comentó muy rápidamente el proceso evolutivo de la música española desde el siglo XIII a nuestros días, y la situación de la música contemporánea europea para concluir que "la década de los años cincuenta se puede definir como la de afirmación de unos principios de búsqueda de materiales nuevos"; "la de los sesenta, como asentamiento de unos procedimientos compositivos ya codificables", y la de los setenta, como culminación y superación de la técnica; el manierismo surge por un superdominio de los nuevos sistemas de composición. A finales de los setenta nace una nueva filosofía revisionista de la música de vanguardia".

"La melodía ha sido el elemento que ha definido la personalidad . del arte musical", prosiguió García Abril. "El ritmo por sí sólo tiene un valor de orden, de equilibrio y de dinámica. La armonía es el elemento expresivo y habla ya de sentimientos, incluso opuestos, pero no los concreta todavía. Es la melodía quien determina la voluntad expresiva de los sentimientos a través de la música. Podríamos afirmar que una obra es así porque sus conductas melódicas son de esa forma".

El universo sonoro total

"Cuando me refiero a la melodía no hablo sólo de la melodía de superficie: intento acercarme al universo sonoro total, en el cual los procesos melódicos aparecen como fluido interno permanente, en donde todos estos ciclos vienen marcados por conductas de orden metódico"."Hagamos música de vanguardia, entendiéndola como aceptación de unos sentimientos compartidos, tomando conciencia de nuestra misión en la sociedad y procurando serle útil. No renunciemos a nada que signifique avance, pero sepamos encontrar sus limitaciones. El arte, cuando es auténtico, es intemporal. La vanguardia, cuando es adoptada por todos, o es tradición o no es nada".

Después de la interpretación, por Ana Higueras, soprano, acompañada por el pianista Fernando Turina (dos apellidos de tradición académica), de las Canciones de Valldemosa, sobre textos de Rosales, Diego, García Nieto, Gala, Ridruejo y Espriu, más la melodía gallega Coita, sobre Álvaro de las Casas, dedicada a Fernández Cid, pronunció este académico el discurso de contestación.