Los votos particulares de los magistrados contrarios a la decisión del Gobierno pueden recibirse antes de cinco días

"La sentencia ha sido votada y redactada con fecha de hoy", declaró al mediodía de ayer a este periódico un portavoz del Tribunal Constitucional. Añadió que no será comunicada a las partes -los recurrentes, el Grupo Popular, y el Gobierno- durante el fin de semana, pues a partir de ayer ha empezado a contar un plazo de cinco días hábiles para que los miembros del Tribunal que lo deseen puedan incorporar sus votos particulares contrarios al fallo aprobado por mayoríaFuentes del alto organismo precisaron que puede darse a conocer la sentencia antes de terminar el, plazo de cinco días, en el momento en que exista seguridad de que no puede haber más votos particulares. Sin embargo, descartaron que ello tenga lugar, como muy pronto, antes del próximo lunes.

El plazo responde a que la ley orgánica del Tribunal apunta un plazo de 15 días para la comunicación de la sentencia a las partes después de que se les comunicara la fecha señalada para deliberación y votación. Pero el plazo puede ser prorrogado por el propio Tribunal, y así ocurrió con motivo de la sentencia sobre la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico), cuando las partes fueron citadas en mayo y la sentencia, aunque comunicada con antelación al Gobierno antes de la firma, no salió hasta agosto.

Fuentes próximas a la abogacía del Estado, autora material del texto del decreto-ley de expropiación, indicaron que quizá el día más adecuado sea el 9 de noviembre, fecha en la que posteriormente coincidieron medios del Tribunal como la mas segura.Nadie conoce la sentencia

En la sede central de Rumasa se trabajaba ayer con normalidad. Varios directivos declararon que no habían tenido acceso al texto de la sentencia, ni siquiera al resumen verbal o escrito de su contenido. Quien sí dispuso de información puntual de que los miembros del Tribunal Constitucional habían deliberado y votado el jueves a primeras horas de la noche fue el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer. Poco antes de que declarara en una cena del Club Siglo XXI que el Tribunal Constitucional había votado la sentencia, los magistrados habían empezado a abandonar la sede del alto organismo.

El pleno del Tribunal Constitucional, integrado por 12 magistrados, se había reunido el jueves, en sesiones de mañana y tarde, para deliberar y votar. Durante la jornada no fue facilitada información alguna, ni se permitió a la prensa acceder al edificio, situado en el número 6 de la calle Doménico Escarlati, cerca del Hospital Clínico de Madrid, en la zona de la Moncloa.

La sede del Tribunal permaneció con las luces encendidas en tres de sus cuatro plantas hasta pasadas las diez de la noche, hora a partir de la cual fueron apagadas paulatinamente. A las 0.30 horas de ayer viernes desaparecía la luz de los últimos ventanales exteriores. "Votada y redactada con fecha de hoy", diría el portavoz ayer viernes.

Durante toda la jornada del jueves, y hasta la madrugada de ayer, el edificio del Tribunal permaneció rodeado de discretas, pero rigurosas, medidas de seguridad.

Fuentes de toda solvencia señalaron a este periódico que los magistrados, quienes habitualmente se reúnen una o dos veces por semana, habían recibido instrucciones de los responsables de seguridad para que no utilizaran la puerta principal ni se detuvieran a hablar con nadie en las inmediaciones del edificio. A ser posible, debían entrar y salir en sus coches, como así lo hicieron, con escolta y por el acceso al aparcamiento del edificio, de estructura circular y con seis plantas.

Cualquier persona que trataba de entrar era identificada y sólo se le permitía hacerlo si el servicio de seguridad confirmaba previamente que había sido citado, mediante una llamada al destinatario de la visita.

Felipe González no opinará hasta conocer la sentencia

Por otra parte, el presidente del Gobierno, Felipe González, indicó ayer en una improvisada conferencia de prensa, que una vez conocida la sentencia podría opinar. "Mientras tanto", dijo, "mantendré un estricto respeto por la independencia del Tribunal Constitucional y por sus posibilidades de decisión; como tengo ya mucho tiempo por delante hasta conocer la respuesta, prefiero no hacer especulaciones que pudieran ser mal interpretadas". "La sentencia", dijo el presidente González, "tiene mucha trascendencia".

En cuanto a su reciente encuentro con el titular del Tribunal Constitucional, Felipe González juzgó que "es bastante lamentable que se produzcan tales comentarios, porque da la impresión de que tras la pregunta subyace una cierta intencionalidad o una cierta acusación implícita respecto de la presidencia del Tribunal".