Un vigilante, muerto a tiros en el atraco a una oficina de la Caja de Ahorros en Zaragoza
El vigilante jurado Antonio Ferrer García, de 25 años, natural y vecino de Zaragoza, resultó muerto ayer a causa de los disparos efectuados por tres individuos cuando perpetraron un atraco en una agencia urbana de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja. Los tres individuos se dieron a la fuga en un coche que habían robado anteriormente a punta de pistola.Los hechos ocurrieron sobre las 11.30 de la mañana, cuando dos individuos con el rostro descubierto uno de unos 30 años y el otro de unos 27, penetraron en la oficina número 37 de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragán y Rioja, situada en la calle Asín y Palacios, número 13, en el sector del campo de fútbol de La Romareda, y sin mediar palabra dispararoh dos tiros contra el vigilante jurado Antonio Ferrer, que murió en el acto.
Tras apoderarse de cierta cantidad de dinero, unas 880.000 pesetas, antes de abandonar las oficinas se apoderaron del revólver reglamentario del vigilante jurado, que yacía muerto en el suelo, y se dieron a la fuga en un coche que les estaba esperando en las proximidades con otro individuo joven, moreno y con gafas oscuras, al volante.
En el momento de producirse el atraco había en la Caja de Ahorros unas 40 personas y, según testigos presenciales, los dos individuos no mediaron palabra con el vigilante ni con los clientes y emp eados de la entidad. "Esperaron a que se diera la vuelta y le dispararon a quemarropa, lo han matado a sangre fría, no pudo defenderse ni nada", manifestó uno de los testigos presenciales que en aquellos momentos guardaba cola en las oficinas de la Caja.
Según fuentes policiales, el vehículo en el que huyeron los tres atracadores es un R-12, color blanco, matrícula Z-8128-1, que había sido robado horas antes, a punta de pistola, en las inmediaciones de la gasolinera del barrio de Casablanca. Los atracadores llevaron al propietario del coche junto al Canal Imperial, allí le amordazaron y ataron a un árbol, dirigiéndose después a realizar el atraco. El dueño del vehículo logró desatarse y se dirigió al cuartelillo de la Guardia Civil, ubicado en el mencionado barrio, donde dio parte de lo sucedido.
