El Estado italiano, dispuesto a atajar la enorme agonía del cine

El cine en Italia "está agonizando", decía hace unos días el cineasta Federico Fellini hablando en Roma con periodistas extranjeros. Ahora los empresarios cinematográficos hablan de una "crisis sin precedentes", mientras el ente cinematográfico del Estado está dispuesto a invertir más de 1.000 millones de pesetas para relanzar el cine público. Mientras tanto, el bajón de los espectadores cinematográficos en Italia es gravísimo. En 1982 habían pisado los cines menos de 200 millones de personas, exactamente 195 millones, mientras que en 1955 los espectadores habían llegado a la cifra récord de 820 millones. Fue el año en que fueron al cine más italianos que todos los europeos juntos.La curva de la disminución de espectadores en Italia es progresiva y continua. Desde 1975.hasta hoy han dejado de ir al cine más personas (318 millones) que en los 20 años precedentes (307 millones). Desde 1975 hasta hoy la media de italianos que han dejado de ir al cine es de 50 millones al año. En el último año fueron cerrados 48 cines en Roma. La mayor parte de esos locales se han convertido en bancos y escuelas.

Las explicaciones que se dan a este fenómeno son varias y divergen según la categoría de personas: altos precios de las entradas, más altos precios en los restaurantes, las serias dificultades de aparcamiento y la televisión.

Y es este tema de la televisión, sobre todo de las televisiones privadas, lo que alegan como crisis fundamental del cine los empresarios, directores y actores. Las televisiones privadas se dedican hoy a atraer a sus clientes sobre todo con películas.

Relanzar el cine público

Pero, al mismo tiempo, existe otro punto de preocupación y es que los 200 millones de italianos que aún van al cine prefieren ver películas americanas que las caseras. En las últimas semanas las películas que más taquilla han dado fueron Staying alive, Flashdance, War games, Mary Poppins, Sing Sing, etcétera. La primera italiana está en quinto puesto, Agua y jabón.Ante esta crisis, el Gobierno quiere relanzar el cine público. Y ha empezado potenciando los famosos estudios de Cinecittá, de Roma, con sus 10 estudios, y que tiene una gloriosa historia, ya que en aquel santuario cinematográfico se han rodado las películas más famosas de este país. Los poderes públicos están dispuestos a colaborar activamente. para dar una mano al salvamento del cine de este país y desea abrir una estrecha colaboración entre la RAI (la televisión pública) y el ente autónomo de gestión cinematográfica.