_
_
_
_

Una mujer, alcaldesa de la explosiva ciudad de Ayacucho

Leonor Zamora, una asistenta social de 36 años, soltera, de larga melena negra, con gafas redondas de carey blanco, es la nueva alcaldesa de Ayacucho por el joven Partido de Integración Nacional (Padin), que recibe el apoyo de Izquierda Unida, ausente de las elecciones en este convulsionado departamento andino controlado por el Ejército.

En segundo lugar quedó el candidato de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), y en tercero, el actual alcalde, Jorge Jáuregui, de Acción Popular, seriamente incapacitado tras recibir dos tiros en la nuca, de los que sobrevivió milagrosamente.

La virtual alcaldesa ya ha pedido un alto el fuego a Sendero Luminoso y propugnó durante su campaña la paulatina desmilitarización del departamento. El general gobernador, Clemente Noel, no cruza palabra con ella desde que se sintió insultado al criticar Leonor Zamora la violación de los derechos humanos en Ayacucho.

Más información
La victoria de la APRA y de los marxistas en las elecciones municipales presagia profundos cambios en la política peruana

La combinación de rechazo al terrorismo senderista y de solicitud de algún tipo de diálogo con esta comprensible locura maoísta andina ya había sido patrocinada por el propio fiscal de la Nación, Miguel Cavero, a quien en Lima se acusa de tener ambiciones presidenciales tras haber admitido los sentimientos patrióticos y altruistas que imbuyen a los senderistas.

Hacia el diálogo

Se patrocinaría así alguna suerte de diálogo o consecución de tregua que diera tiempo a realizar las suficientes reformas políticas y sociales como para restar indignación y desesperación a las olvidadas tribus andinas y al marginado lumpenproletariado multirracial que cerca Lima.El 50% del censo que ha votado en Ayacucho se considera como un signo esperanzador dadas las amenazas senderistas, y pese a la protección del Ejército, que ocupó la ciudad desde las calles, las ventanas y los tejados, completando su vigilancia con helicópteros.

Numerosos varones declinaron la dudosa suerte de ser nominados para la alcaldía de Ayacucho ante la escasa paga y la menor probabilidad de supervivencia en caso de ser elegido. Ha sido una mujer quien -sabiendo además de antemano que obtendría el triunfo- mayor coraje ha puesto sobre la mesa de la democracia, de la que tantos hombres se han levantado corriendo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_