La CEE pondrá nuevas trabas a la exportacion española de acero

Al tiempo que la Comisión Europea toma "medidas de urgencia" -entre ellas la fijación de un precio mínimo para algunos productos- para evitar la caída de los precios del acero en la CEE que comenzó en julio, pide al Consejo de Ministros de los diez que le otorgue un mandato para negociar con países terceros, y muy especialmente España y Suráfrica, que supondrá nuevas trabas a las exportaciones españolas hacia la Comunidad.

La Comisión, órgano ejecutivo de la CEE, decidió el domingo instaurar un "precio mínimo" en la Comunidad para cuatro categorías de productos planos que representan un 40% de la producción siderúrgica de los diez. Este precio será de 750 marcos alemanes (42.750 pesetas) por tonelada, y las empresas que practicaran precios por debajo serán sankionadas. Para ello, los productores deberán depositar cada mes una fianza de 100 marcos alemanes (5.700 pesetas) para cada tonelada vendida en la Comunidad, como garantía al pago de eventuales multas.Se trata, según el comisario Etienne Davignon, de evitar que, ante la crisis, las empresas siderúrgicas europeas caigan en la tentación de vender a precios más bajos o aumentar su producción. La Comisión sigue manteniendo su objetivo de reducir en 30 millones de toneladas la capacidad productiva de este sector en la CEE para 1985, fecha en que la subvención a las empresas tocará a su fin.

Si esta medida, según un experto español, no afecta directamente a las exportaciones españolas, otras pueden ser más dañinas. Pide la CEE que la Comisión decida el 28 de noviembre sobre la instauración de un "certificado de acompañamiento" de los productos siderúrgicos vendidos en la CEE, para controlar y medir con exactitud, para cada país, las importaciones provenientes de paises terceros y de otros miembros de la Comunidad. La medida es interna para la CEE, pero vendrá a complementar, en lo quea España se refiere, el control que suponen las licencias a la exportación, para evitar desvíos y trampas en las corrientes de exportación y poder mantener el reparto existente de las cuotas de producción entre países y empresas. Davignon busca una gestión más rigúrosa de las importaciones provenientes de países terceros Los objetivos, añadió, son los de mantener las corrientes tradicionales de intercambio, teniendo en cuenta el consumo de acero en la CEE, evitando la concentración de estas importaciones sobre un país -la RFA-, un producto o un período, y permitir a la CEE reaccionar en caso, de violación del acuerdo. .

Cupos para España

A este respecto, el Gobierno español no ha decidido aún formalmente, pero sí defacto, dada la fecha, sobre la suspensión hasta fin de año de las exportaciones siderúrgicas hacia la RFA, al haberse superado algunos cupos de exportaciones. Y ahora es el Reino Unido el que empieza a plantear un problema similar para España, según fuentes españolas.

La Comisión pretende para España en 1984 un cupo similar al de 1983 (754.000 toneladas), pero respetando las "corrientes tradicionales de intercambios", exp'resión que significa de hecho un reparto por países y productos similar al que existía en 1976-1977. Lo cual no satisface a España, pues se han modificado en estos años las producciones y los mercados. "Nos pillamos, nos limitan por todas las partes", declaró un experto español. Es en diciembre cuando comenzará la negociación del nuevo acuerdo hispano-comunitario.