La Filmoteca ofrece en Valencia la obra del argentino De Gregorio

La Filmoteca Nacional ha proyectado estos días en Valencia los tres largometrajes en los que el cineasta argentino afincado en París Eduardo de Gregorio ha participado como director. Se trata de tres películas -La mémoire courte, Aspern y Sérail- todas inéditas en España. El ciclo se ha proyectado primero en Barcelona y no lo ha sido en Madrid, como estaba previsto, debido a la huelga que recientemente afectó a las proyecciones de la Filmoteca.De Gregorio, que fue crítico cinematográfico de la revista Cahiers du Cinéma, es conocido en luestro país a través de su relatiíamente amplia producción como guionista. Las películas en las que la participado en calidad de tal son I visionari, de Maurizio Ponzi; La strategia del ragno, de Bernardo Bertolucci; La Cecilia, de JeanLouis Comolli; Céline et Julie vont en bateau, Duelle, Noroit y Merry go-round, de Jaques Rivette, y Le marteau piqueur, de Charles Bitsch.

Sérail es de producción francesa y corresponde a 1976, La mémoire courte, de 1979, es una coproducción franco-belga, y Aspern, de 1981 y producción luso-francesa, basada en el relato The Aspern Papers, de Henry James.

Acerca de este filme, De Gregorío indica que había pensado antes de esa fecha en realizar una película sobre el relato de James, pero temía a las dificultades de hacer un filme de época " El problema", señala, "era cómo modernizarla, porque había visto muchas películas francesas que lo intentaron sin éxito. Es una locura hacer el James de la última época, pero este cuento, de la época media, puede hacerse perfectamente, y Lisboa, donde está rodada la película, nos ayudó mucho en este aspecto porque va unos 30 años por detrás. Era como el Buenos Aires de mi infancia o la Roma de los años cincuenta, por ejemplo. Y pensé que era el lugar adecuado para filmar esa historia intemporal".

El realizador, que vino a Valencia para presentar el ciclo, indica que no tiene intención de regresar a su país natal, pese a que se hayan celebrado las primeras elecciones democráticas desde el inicio de la dictadura militar. Mantiene una cierta desconfianza sobre la situación política en Argentina y señala que el nuevo presidente, Raúl Alfonsín, se enfrenta con problemas tan graves como un 300% de inflación o la necesidad de derogar la llamada ley de autoamnistía que promulgaron los militares para no tener que afrontar las responsabilidades en relación con los 30.000 desaparecidos.

Concede también gran importancia a las dificultades que tendrá el presidente con los sindicatos peronistas y las figuras maflosas en algunos, de ellos.

No obstante, piensa que hay "un deseo de cambio real" en su país y que "no han votado a Alfonsin como votaron a Perón".