El coordinador de la Junta sandinista acusa a Washington de preparar una invasión de Nicaragua semejante a la de Granada
El coordinador de la Junta sandinista, Daniel Ortega, y el embajador itinerante norteamericano para Centroamérica, Richard Stone, celebraron en la noche de jueves en Managua -"en un clima de altísima tensión", según Ortega- una entrevista, tras la cual el dirigente sandinista se dirigió por radio al país para anunciar que Nicaragua va a intensificar sus preparativos de cara a una invasión. Horas antes de su encuentro, ambos políticos se habían entrevistado con el presidente mexicano, Miguel de la Madrid. En México, Daniel Ortega declaró que Washington se prepara "para invadir Nicaragua de un modo semejante al utilizado en Granada".
Stone admitió que mantuvo una "conferencia seria, no exenta de tensiones y riesgos" con el máximo dirigente de Nicaragua, aunque consideró oportuno no informar sobre "conversaciones confidenciales". Según el embajador norteamericano, Ortega y él hablaron de la posibilidad de que todos los nicaragüenses tuvieran la oportunidad de cambiar puntos de vista con el Gobierno sandinista, de acuerdo con los compromisos del grupo de Contadora y con la Organización de Estados Americanos (OEA). Para Stone, el diálogo entre los sandinistas y la oposición al régimen de Managua es un remedio para aliviar las tensiones y presiones que sufre el país, informa Efe desde Managua. La idea de Stone es que se establezca "un diálogo entre nicaragüenses, igual o mejor que el existente entre los salvadoreños. Vamos a ver si hay una oportunidad de disminuir o eliminar la violencia y establecer una democracia pluralista".Ortega manifestó a la Prensa con rotundidad que la junta sandinista no está dispuesta a dialogar con las "fuerzas contrarrevolucionarias, fuerzas mercenarias, artificiales, alimentadas por Estados Unidos desde que Reagan subió al poder", y manifestó que "Estados Unidos quiere usar la fuerza para llevar a Nicaragua a la misma situación en que se encuentra El Salvador". "Esa agresión será derrotada a medio y largo plazo", dijo Ortega.
Actividad diplomática
Stone, interrogado sobre la posibilidad de una intervención armada norte americana en Nicaragua, se limitó a declarar, según Reuter, que "la idea es ofrecer una oportunidad al diálogo y permitir a la diplomacia obtener resultados".Como una faceta más de la acción diplomática habría que interpretar las entrevistas que Ortega y Stone mantuvieron en México con el presidente De la Madrid, quien ofreció a sus interlocutores proposiciones concretas para encontrar una salida negociada a la situación en el marco del rechazo de una "intervención directa o indirecta, de una proscripción del uso de la fuerza, de la libre determinación de los pueblos y de una solución pacífica de las controversias", según declaró el canciller mexicano Bernardo Sepúlveda, informa France Presse.
El ministro de Asuntos Exteriores mexicano no quiso entrar en detalles del plan de su presidente, pero indicó que el grupo de Contadora (México, Panamá, Colombia y Venezuela) prepara un proyecto de tratado de paz, que será examinado en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores que los cuatro países mantendrán el lunes en Washington, donde a lo largo de cinco días los países de la OEA pasarán revista a los problemas del continente.
Las propuestas mexicanas fueron las que hicieron a Stone aplazar su retorno a Washington -se encontraba en México de vuelta de su gira por los países centroamericanos-, viajar a Managua para encontrarse con Ortega y después volar hasta Panamá. Esta frenética actividad viajera y mediadora será coritinuada en las próximas horas con la visita que Ortega va a realizar a Venezuela para entrevistarse con el presidente Luis Herrera Campins. El subsecretario de Estado norteamericano, Fred Ikle, se entrevistó también ayer con el presidente costarricense, Luis Alberto Monge.
Esfuerzos de EE UU
Fue poco antes de salir de México pata Managua cuando Ortega acusó a Estados Unidos de prepararse "para invadir Nicaragua de un modo semejante al utilizado en Granada". La Administración Reagan, dijo, "hace serios esfuerzos para conseguir que todos los países de Centroamérica, y especialmente Honduras, soliciten su apoyo para defenderse de supuestas agresiones". Para Ortega, Honduras será la "base militar de esta invasión".Stone considera que "las dos o tres próximas semanas serán cruciales", y que "las posiciones pragmáticas y constructivas" del presidente mexicano permitirán realizar "avances positivos".
Las asambleas de la OEA y del grupo de Contadora, y en menor medida la Asamblea General de la ONU, foros en los que se discutirá la situación centroamericana, serán los catalizadores de la inmediata evolución de los acontecimientos en el istmo americano. Ortega tiene puestas todas sus esperanzas de evitar la invasión de su país en los esfuerzos que en ese sentido puedan realizar los cuatro de Contadora.
En el frente interior, uno de los principales problemas con que se enfrenta el régimen sandinista es la oposición de la Iglesia a la ley del servicio militar patriótico, que ha provocado un serio enfrentamiento entre la jerarquía y el régimen. Daniel Ortega y el presidente de la Conferencia Episcopal nicaragüense, Pablo Antonio Vega, se entrevistaron el miércoles para tratar de encontrar una salida a la actual situación.
Mientras, continúan las maniobras conjuntas hondureño-norteamericanas Pino Grande 2. Unos 800 marines participarán, junto a 530 soldados hondureños, en un ejercicio de desembarco anfibio, el próximo viernes, en la costa hondureña, ha informado el Pentágono. El ejercicio, que durará una semana, contempla también un movimiento de tropas en helicóptero para recuperar determinadas posiciones tomadas por el enemigo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.