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El Gobierno uruguayo reprime con dureza la mayor jornada de protesta contra los militares

Unas 600 personas detenidas, 20 heridos y un periodista golpeado por la policía es el resultado de la más violenta jornada de protesta registrada contra el régimen militar uruguayo, que gobierna el país desde hace 10 años. El Gobierno pretendió disuadir a los obreros que proyectaban manifestarse por la principal avenida de Montevideo con una inusual demostración del fuerza.

La fuerza pública cercó unas 10 manzanas, desvió el tránsito, por lo que se produjeron grandes embotellamientos, y alertó a los peatones para que no pasaran a la zona.Pero a partir de las ocho de la tarde, hora local (medianoche en la Península), unos 2.000 jóvenes, la mayoría estudiantes, comenzaron a manifestarse contra el Gobierno al grito de "¡Se va a acabar la dictadura militar!" en calles laterales a los accesos de la universidad.

Tras marchar unos 500 metros, se produjeron los primeros incidentes, al intervenir la policía a caballo, que cargó contra los manifestantes.

En esos momentos llovía en Montevideo y muchos jóvenes cayeron al pavirnento cuando intentaban escapar. Algunos fueron pisoteados por los caballos; otros, ,golpeados, y cientos, detenidos. La policía entró en algunos bares de la zona donde se refugió el público que circulaba por el lugar de los enfrentamientos y detuvo a varias personas.

Entre los detenidos en uno de esos bares se encontraba el corresponsal de la agencia norteamericana UPI, Zelmar Lissardy, quien recibió dos hastonazos y puñetazos de un policía vestido de paisano.

Tras identificarse, un oficial de la. policía le clíjo: "Y ahora, ¿qué vas a escribir de la dictadura?. La respuesta de Lissardy fue: "Yo escribo lo que veo", tras lo cual fue obligado a permanecer con las mano s en alto junto a otros 50 detenidos. Minutos después, la intervencIón de un alto funcionario policial permitió al corresponsal recuperar su libertad, junto a la periodista argentina Aria Casabella y el redactor del periódico sindical uruguayo Convicción Roger Rodríguez.

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Los incidentes se extendieron a otros puntos del centro de Montevideo, principalmente en la estratégica plaza Cagancha y en las proximidades de la sede de la intendencia municipal. Tras algunas horas de refriegas y escaramuzas, la policía logró controlar la situación, y anoche, numerosas patrullas recorrían la principal avenida de Montevideo.

La jornada de protesta sindical comenzó cori paros de 10 minutos en los lugares de trabajo, convocados por el Plenario Intersindical, la más importante central obrera, no reconocida por el régimen.

Los paros tuvieron masiva respuesta de los trabajadores, y entre un 80% y un,90% se plegó a la protesta. En carribio, en la concentración publica,, por la noche, que el Gobierno había anunciado que sería reprimida, se reunieron unos 2.000 jóvenes, estudiantes principalmente.

Durante los disturbios, el publico aplaudió en las aceras y abucheó alas fuerzas del orden, mientras desde los edificios se escucharon conciertos de cacerolas.

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