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Cauta reacción en el Mercado Común y en la OTAN ante los comicios turcos

Andrés Ortega

El resultado de las elecciones generales en Turquía ha sido cogido con pinzas tanto en la OTAN como en la Comunidad Económica Europea (CEE), aunque las instancias de esta última sean mucho más escépticas. Las fuentes consultadas en la sede de la Alianza Atlántica se han mostrado reticentes a hacer comentarios elogiosos o adversos. Después de todo, la OTAN, haciendo caso omiso del espíritu democrático del Tratado de Washington, no vio con malos ojos la llegada de los militares al poder en Turquía.Turquía pagó un precio por esto, a saber: la reinserción de Grecia en la estructura militar de la OTAN, de la que se había salido a raíz del conflicto en Chipre, en unas condiciones que de otro modo Ankara no hubiese aceptado. Desde entonces el régimen militar turco se había convertido en una espina para la OTAN, ya que era el único país de la Alianza que carecía de un régimen democrático. "Esperemos que este sea un verdadero paso ad.elante", se limitó a comentar un díplomáticio de la OTAN, que insistió en que la OTAN como tal "no entra en los asuntos internos de sus países miembros", lo que en otros términos significa que prima la geoe.strategia sobre otras consideraciones.

La CEE ha sido más clara: para altas fuentes de la comisión, su órgano ejecutivo y burocrático, el resultado de las elecciones "constituye un acontecimiento positivo, pero aún queda mucho por hacer para llegar a una verdadera democracia en Turquía". Sólo cuando verdaderamente se respeten las libertades democráticas y los derechos humanos en Turquía -y la CEE duda de que esto ocurra rápidamente- se reactivarán las relaciones especiales entre los diez y Ankara. El protocolo financiero entre la CEE y Turquía, congelado desde 1981 por la situación política turca, prevé unos préstamos y ayudas por valor de 500 millones de dólares, repartidos a lo largo de cinco años.

El Reino Unido y la RFA querían ya desbloquear estos fondos. Francia, Holanda y Dinamarca se oponen, pues tienen pendientes en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos casos contra Turquía por abusos contra estos derechos. De hecho, antes de las elecciones, los 21 países miembros del Consejo de Europa y la CEE habían considerado no representativo al nuevo Parlamento de Ankara.

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