Réplica del ayuntamiento
Hoy, martes día 25, bajo la entradilla de Oposiciones del Ayuntamiento de Madrid, se inserta una carta al director de don Ignacio Ortiz relativa a las oposiciones de arquitectos superiores. En ella se recogen tres ideas:
a) Disconformidad con la existencia de turno restringido en el sistema de oposiciones.
b) Disconformidad con la complejidad del temario exigido.
c) Disconformidad con el procedimiento de calificación.,
Sobre el particular, dado que el periódico EL PAIS no ha tenido a bien efectuar una previa comprobación de lo indicado, es preciso indicar lo siguiente:
a) Sin perjuicio de que la legislación vigente obliga a reservar un turno restringido para contratados, parece lógico pensar que también los contratados son "una serie de personas que estudian y preparan los temas del programa con todo ahínco, confiados en aquello de que al que hace un buen ejercicio nadie le carga", como a los opositores libres califica el señor Ortiz. Hablar de opositores buenos y malos, señor Ortiz, no deja de ser una frivolidad.
b) El temario ha de ser necesariamente complejo, dado que para ser arquitecto del Ayuntamiento de Madrid se precisan unos conocimientos superiores a lo que se le exige a un arquitecto que no está al servicio del pueblo de Madrid. Es tas oposiciones, efectivamente, son fuertes, pero no es obligatorio presentarse a ellas. En todo caso, debería serle más un motivo de orgullo y tranquilidad como ciudadano que de preocupación como opositor.
c) El procedimiento de selección es el siguiente: una vez realizado el ejercicio, cada opositor, sin poner su nombre, número o señal identificadora alguna, introduce el ejercicio en un sobre lacrado. En este sobre se impresiona un número que coincide con el de una papeleta donde el opositor hará constar su nombre. Esta papeleta, a su vez, se introduce, junto con todas las demás, en un sobrelacrado, que se guarda bajo llave. Posteriormente se van abriendo cada uno de los sobres con los ejercicios, anónimos, que son leídos por varios miembros del tribunal, con el fin de hallar la nota media de las calificaciones obtenidas. Calificados todos los ejercicios, se procede a la apartura del sobre lacrado en el que constan las papeletas con los nombres de los opositores.
Hasta el momen to, los miembros del tribunal desconocen la identidad de los autores de los ejercicios ya calificados. Abierto el sobre lacrado, se lee públicamente la calificación, el número de ejercicio que corresponde y se averigua el nombre del autor.
Como ve, señor director, el sistema es sofisticado, evita la identificación en el momento de la lectura y la misma composición del tribunal (del que forman parte miembros del Instituto de Estudios de Administración Local, Colegio de Arquitectos, etcétera) garantiza la profésionalidad e imparcialidad del mismo./
Concejal responsable de Personal.
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