La situación en Centroamérica deriva hacia la guerra, según los cancilleres de Contadora
Los cuatro cancilleres del grupo de Contadora han calificado de "crítica" la situación centroamericana, que a su juicio deriva cada vez más pelligrosamente hacia la guerra. En ninguna de sus reuniones anteriores emplearon términos tan crudos para describir la realidad. No dieron a conocer, en cambio, el contenido de los tratados internacionales que el próximo mes serán discutidos en conferencia conjunta con sus cinco colegas de la región.
A la vista de los acontecimientos, el sábado acordaron acelerar el proceso de negociación frente a la escalada bélica, exhortar a los Gobiernos del área a cumplir los compromisos adquiridos por unanimidad en el documento de objetivos, invitar a otros Estados con intereses en la región (léase Estados Unidos y Cuba) a abstenerse de realizar acciones que obstaculicen los esfuerzos de paz y hacer un llamamiento a la comunidad internacional a fin de que ejerza su influencia política para conjurar el peligro de guerra. Serán los embajadores de los cuatro países de Contadora en Centroamérica los encargados de llevar a cabo una ofensiva diplomática en la región y, en cierta forma, de vigilar el cumplimiento de los acuerdos.En su diagnóstico sobre la situación regional aprecian avances sustanciales y estimulantes en el ámbito diplomático, como la adopción unánime del ya mencionado documento de objetivos, pero a cambio se han producido innumerables hechos que suponen un evidente deterioro: "Aumentan en número e intensidad los incidentes armados, los actos de terrorismo y sabotaje, las acciones desestabilizadoras, las acusaciones y recriminaciones mutuas; se incrementa el flujo de armas, se han dilatado o interrumpido los procesos de democratización y los esfuerzos de reconciliación y prolifera la injerencia foránea".
En suma, vienen a decir los cancilleres, los cinco Gobiernos centroamericanos estuvieron de acuerdo en ratificar los compromisos formulados en la reunión de septiembre, pero no se ha hecho desde entonces ningún esfuerzo por ponerlos en práctica. En ese catálogo figura, entre otros, la decisión de impedir que se use el territorio propio para atacar a Gobiernos vecinos.
Control de fronteras
Acerca del contenido específico de los tratados que están en fase de elaboración no se han dado detalles, entre otras cosas porque deben ser enviados previamente a los cancilleres centroamericanos para que sean estudiados antes de la próxima reunión conjunta. El ministro colombiano Rodrigo Lloreda explicó que sólo con este procedimiento de trabajo pueden lograrse avances sustanciales en los encuentros que se celebran en la capital panameña. Añadió que el control de las fronteras es uno de los temas que más preocupan y que hay ya varias ideas para abordar este asunto.Se ha sabido extraoficialmente que el grupo de Contadora analiza la eventual creación de una fuerza multinacional de paz, aunque su puesta en práctica plantea serias dificultades. Nicaragua sólo aceptaría esta propuesta bajo los auspicios de la ONU, mientras que los restantes países centroamericanos entienden que la negociación y las soluciones deben mantenerse en un ámbito estrictamente latinoamericano.
Tratando de conciliar ambas posiciones, el grupo de Contadora propondría que fueran soldados latinoamericanos los que constituyeran esa fuerza, pero con el estatuto de los cascos azules de las Naciones Unidas.
Rodrigo Lloreda, que en esta ocasión actuó como portavoz del grupo, precisó que más importante que los instrumentos jurídicos que se están preparando es la voluntad política de los cinco Gobiernos de preservar la paz. Esa voluntad está expresada en el documento de objetivos. "Les hemos pedido que se atengan a él". Calificó de "aporte valioso" la propuesta presentada por el Gobierno nicaragüense en Washington.
