Gromiko fracasa en su último intento de evitar el despliegue de los euromisiles
La Unión Soviética parece haber agotado ya la casi totalidad de los encuentros diplomáticos previstos desde Moscú para intentar neutralizar la llamada doble decisión de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, adoptada en diciembre de 1979, de desplegar 572 misiles nucleares en seis países de Europa occidental a partir del próximo mes de diciembre.Ayer culminó en Viena, sin resultado aparente alguno, la entrevista entre el ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, Andrei Gromiko, y su homólogo de la República Federal de Alemania, Hans-Dietrich Genscher, concertada como una última esperanza de evitar el despliegue de los euromisiles.
Un total de 25 misiles, 16 de crucero y 9 Pershing 2, con sus correspondientes cabezas atómicas, se encuentran listos para ser enviados en cuaIquier momento a las instalaciones preparadas en Alemania Occidental y Reino Unido, según una información publicada ayer por el diario norteamericano The Washington Post. Los 16 misiles de crucero serán instalados en la base británica de Greenham Common, y los Pershing 2, en la base alemana de Schwaebisch-Gmuend.
El diario norteamericano agregó que otros 16 misiles, destinados a Italia no serán instalados probablemente antes del próximo mes de marzo, ya que su construcción ha sido demorada.
De acuerdo con la información publicada, el ritmo del despliegue de los misiles norteamericanos es premeditadamente lento, con el propósito de impedirlo en caso de que se llegara a un acuerdo norteamericano-soviético de reducción mutua de cohetes en el foro negociador de Ginebra.
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