Las relaciones entre el Estado español y la Santa Sede son buenas", afirma Felipe González tras la audiencia con el Papa

"Las relaciones entre el Estado español y la Santa Sede son buenas, y espero que seguirán siéndolo, a pesar de que algunos sectores se empeñen en decir que no lo son", afírmó ayer el presidente Felipe Gonález a la salida de su coloquio privado con el Papa Juan Pablo II. La entrevista duró media hora y se celebró a puerta cerrada y sin intérpretes. El encuentro se realizó a las 10.30 de la mañana. Después, Felipe González se entrevistó con los máximos colaboradores del Papa: el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, monseñor Achile Silvestrini, responsable de la política vaticana con los países del Este comunista (ministro de Asuntos Exteriores), y monseñor Eduardo Martínez Somalo, sustituto de la secretaría de Estado.

El Papa Wojtyla estaba ya, a la hora de la audiencia con el presidente español, en el Sínodo de los Obispos. Por eso no recibió a Felipe González en su biblioteca particular de los palacios apostólicos, sino en el edificio que comprende la gran sala de audiencias "Pablo VI" y la nueva sede del sínodo. Alguien comentó: "Nunca un presidente de Gobierno y socialista estuvo tan cerca de un sínodo". Felipe González llegó al Vaticano acompañado por su esposa, Carmen Romero y por él embajador ,español ante la Santa Sede, Nuño Aguirre de Cárcer, entre otros.El Papa, dando la mano al presidente y a los miembro de su séquito, les dijo: "Gracias por la visita. Quiero expresarles mis mejores deseos para España, para toda la nación y para su majestad el Rey". Juan Pablo II aparecía visiblemente de buen humor. Cuando Felipe González le felicitó por "la coincidencia de la fecha feliz e importante", refiriéndose al quinto aniversario de su elección al pontificado, que se celebra hoy, el Papa lo atajó: "Es verdad, hoy es la fiesta de Santa Teresa de Ávila".

A la salida del coloquio personal con Juan Pablo II el presidente González, rompiendo con el protocolo vaticano, aceptó una pequeña entrevista con algunos periodistas. A la pregunta de si habían tratado de temas políticos, Felipe González respondió: "No, se ha tratado más bien de una charla acerca de los problemas generales en el ámbito de las relaciones entre el Estado y la Santa Sede, que son buenas y que espero seguirán siéndolo, a pesar de que algunos sectores dicen que no lo son". ¿Qué impresión le ha causado el Papa? "La personalidad de Juan Pablo II es siempre interesante", dijo Felipe González, "y yo pienso que este Papa ha marcado un jalón importante en la historia. Creo que cualquier persona que tiene ocasión de acercarse a Juan Pablo II no puede dejar de sentirse impresionado por su persona".

Aborto y enseñanza

El presidente insistió, visiblemente satisfecho, en que el coloquio se había mantenido en "tonos de extrema amabilidad". EL PAIS ha podido saber que el presidente y el Papa tocaron los dos temas candentes del aborto y la enseñanza. Respecto al primero, el presidente español quiso subrayar al papa Wojtyla que la legislación española es la más severa de Europa. Mientras que por lo que se refiere a la enseñanza le explicó que su gobierno quiere mantener la enseñanza privada, y hasta participar en su subvención. Lo que si desea el Gobierno es que los padres, una vez hecha la elección de la enseñanza que prefieren para sus hijos, participen en la gestión de la. misma y acepten responsablemente sus programas.Inmediatamente después el presidente español, subiendo por la escalera noble, fue a visitar al secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, con quien se entretuvo 20 minutos. Y enseguida, aunque fuera del programa, se presentaron para saludar y conversar con el presidente español durante media hora monseñor Achile Silvestrini, responsable de la política vaticana con los países del Este comunista (ministro de Asuntos Exteriores), y monseñor Eduardo Martínez Somalo, sustituto. de la secretaría de Estado (ministro del Interior) y número tres de la jerarquía del Vaticano.

De este modo, el presidente González tuvo la ocasión de encontrarse con las cuatro personalidades más altas de la Santa Sede. Lo cual indica que todas las intentonas hechas en la víspera del viaje por algunos grupos reaccionarios, religiosos y políticos españoles para que el presidente socialista no fuera recibido por el Papa Juan Pablo II, resultaron inútiles. El Vaticano no sólo no aceptó dicha provocación, sino que quiso que Felipe González fuera recibido y obsequiado por todo el alto Estado Mayor de la Santa Sede.

Respuesta a las presiones

Una respuesta indirecta a dichas presiones para hacer fallido el encuentro con el Papa fue dada a última hora de la mañana de ayer por el director de la sala de Prensa del Vaticano, padre Romeo Pánciroli, el cual afirmó que el presidente González, en visita oficial al Gobierno italiano, había pedido ser recibido en audiencia privada por el Papa "como es costumbre con todos los presidentes del Gobierno y con los ministros de Asuntos Exteriores, mucho más si dichos países tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede".Por lo que atañe a los dos temas contenciosos sobre el tapete, la nota de la sala de Prensa recuerda la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el aborto, que no permite la supresión del feto en ningún, caso, y subraya que esto ya lo había afirmado también el Papa en España. Mientras que por lo que concierne a la ley de Enseñanza en discusión en España, la nota vaticana afirma que dicha ley "contiene elementos positivos que la Iglesia española no deja de estimar", aunque añade que dicha ley "suscita al mismo tiempo reservas y preocupaciones por la vida y la identidad de las escuelas católicas".

Durante la conferencia de Prensa conjunta del presidente español y del premier italiano, Bettino Craxi, en Palacio Chiggi, Felipe González quiso subrayar de nuevo, interrogado por algunos periodistas,, que su encuentro con el Papa había sido "cordial y francamente positivo".